Miguel Díaz-Canel, vicepresidente cubano fue quien estuvo a la cabeza de este acto, donde aseguró sentirse “entusiasmado”.
“Esta es la obra de nuestro país enfrentando las agresiones del imperio. Aquí está, por un lado, la maldad norteamericana, y por otro el heroísmo y el triunfo de un pueblo entero”
Según reportó el diario oficial Granma, las salas de la exhibición “reflejan las diversas aristas de las agresiones yanquis contra Cuba” y tienen títulos como “La CIA y otros servicios de inteligencia”, “La guerra mediática”, “Terrorismo de Estado”, “Manipulación política del tema migratorio”, “La guerra económica”, y “Nuestra fuerza es la fuerza del pueblo”.
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Las relaciones entre ambos países están atravesando un momento de alta tensión tras reportes de que diplomáticos estadounidenses habrían sido afectados por una arma sónica o dispositivos de escucha defectuosos, que les habrían provocado la pérdida de audición y otros síntomas.
Cuba se desmarcó inmediatamente y negó su implicación en los hechos pero EEUU expulsó a dos diplomáticos cubanos.
Castro murió en noviembre pasado y su fallecimiento fue visto como un elemento que podría facilitar un cambio político y económico en la isla.
Díaz-Canel repitió durante el acto el domingo las denuncias de “una guerra mediática, económica, sucia, no convencional, donde predomina la violencia” promovida por EEUU en Venezuela.
Asimismo, comentó a la prensa local que sentía “una emoción revolucionaria”.
“Es el cumpleaños de Fidel que, aunque por primera vez no está físicamente presente”, dijo, “los cubanos celebramos la fecha, de una manera muy austera”.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de El Nuevo Herald
