La esperanza para los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan se esfumó cuando el jefe de la base naval terminara de leer un comunicado oficial donde decía que el mismo día de la desaparición se reportó una explosión en la zona donde se encontraba.
No volvieron y no van a volver nunca más y no sé si van a volver sus cuerpos, que es lo que más me duele, porque no tendré a donde llevarle una flor, dijo a la prensa Jesica Gopar, esposa del tripulante Fernando Santilli, luego de escuchar la noticia de la explosión
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Los familiares se enojaron en la base de la Armada en Mar del Plata, incluso algunos se desmayaron, según reseñó la agencia EFE. Allegados que vinieron de todas partes del país para poder saber de sus familiares se sintieron engañados.
Mandaron una mierda a navegar. Ya tuvieron un inconveniente en 2014 y no pudieron emerger. Son unos desgraciados perversos que nos tuvieron acá una semana. ¿Por qué no lo dijeron antes? Nos mintieron, remarcó Itatí Leguizamón, esposa de Germán Suárez
Aunque no se ha emitido un comunicado oficial sobre la muerte de los 44 tripulantes, los familiares dijeron que no hay otra alternativa, ya que “se encontraban a 200 metros de profundidad y no hay ser humano que sobreviva a eso”.
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Según señaló el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, anoche supieron que a partir de datos recabados por Estados Unidos, el 15 de noviembre se detectó una “anomalía hidroacústica” cerca de donde se reportó por última vez la ubicación del submarino, en la zona del Golfo San Jorge, a 432 kilómetros de la costa de la Patagonia argentina.
Redacción Cubanos por el Mundo
