Takahiro Shiraishi, de 27 años, confesó cada uno de los nueve crímenes que cometió y que estremecieron a toda la sociedad japonesa, pues sus víctimas era puras jovencitas de entre 15 y 26 años, que según su confesión contactó a través de las redes sociales, reseñaron los medios locales.
El asesino en serie de tez blanca, cabello negro y contextura delgada, reveló a las autoridades que “ninguna de las víctimas quería morir, simplemente buscaban hallar a alguien con quien hablar”.
El joven homicida al parecer citaba a estas mujeres en su apartamento. Todas estas al parecer buscaban desahogar sus penas, antes de tomar la terrible decisión de quietarse la vida. La cuestión es que Shiraishi, no fue su mejor consejero porque este y su psicopatía les aceleró su muerte.
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A cada una las mató, decapitó y descuartizó, dentro de su apartamento localizado en los suburbios de Tokio, y para evitar el olor de la putrefacción, el criminal tapió los restos con arena de gato.
Tras la desaparición de cada una de estas mujeres la policía japonesa inició sus investigaciones, que poco tiempo dieron como resultado la detención del psicópata que aniquiló a Aiko Tamura, de 23 años, y a ocho personas más.
Esta joven es la primera en la lista de las aniquiladas. Esta según los oficiales tuiteó que buscaba a alguien para morir con ella. Escrito que alarmó sin duda a su familia y a la policía.
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El asesino tras ser detenido dijo como mató a cada una de las que visitaron su hogar. Y a pesar de ello, este lunes, solo lo inculparon por el crimen de Tamura, quien fue estrangulada, el 23 de octubre de este año.
Se estima que Takahiro Shiraishi sea imputado por los ocho crímenes restantes en los próximos días.
Redacción Cubanos Por el Mundo
