Dicen que en las situaciones difíciles los pueblos se crecen. Esto es justamente lo que sucedió con Enma Rosa Águila, quien luego de denunciar su precaria situación a través de las cámaras de CubaNet, el exilio cubano se puso manos a la obra para ayudar a la anciana que vive con sus dos nietos y su hija sordomuda.
“Nunca esperé algo tan grande” dice la mujer con cara de emoción acompañada de los niños quienes lucían ropa nueva.
Hace un mes, el portal web sacó un reportaje donde se evidencia el caso de Águila, quien vive en una casa al borde del colapso y no tiene cómo costear sus medicamentos y el de su hija.“Nunca lo imaginé, nunca lo soñé, de verdad muchas gracias a las personas que me han ayudado, a CubaNet que se ha hecho realidad mi sueño, muchas gracias por todas las ayudas”.
De inmediato, Cubanet inició una campaña junto al exilio cubano para tratar de aliviar la situación de esta cubana, que a pesar de su avanzada edad, sigue luchando para sobrevivir en un país signado por la pobreza.
“Pude cubrir varias cosas que me venían haciendo falta. Compré una “reina” que me hace arroz, pollo, frijoles, me compré una cafetera, unos espejuelos que me hacían falta, una cocina y ahora estoy reuniendo para comprar una lavadora”.
La emoción de la dama fue de tal magnitud, que los colaboradores de CubaNet tuvieron que trasladarla a un centro asistencial luego de que le subiera la presión con la sorpresa.
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El caso
Enma Rosa Águila, residente de Santiago de Cuba, viene luchando desde hace décadas por sobrevivir en una Isla plagada de la impotencia y la corrupción del régimen para resolver los problemas de la sociedad.
La pensionada comparte el lugar con sus dos nietos y una hija sordomuda, quienes sufren por el frío durante las noches, pasan hambre y no cuentan con las condiciones adecuadas para vivir, ya que no tienen ni un baño para asearse.
Sus nietos quedaron a su cuidado luego de que su hijo muriera de Sida. La humilde familia está en la calle Zeta, entre Vista Alegre y Río, en Santiago de Cuba.
Redacción Cubanos por el Mundo