Se trata de la historia de Constantin Reliu, de 63 años de edad, quien este 16 de marzo trató de demostrar ante un tribunal de la ciudad rumana de Vaslui, que está vivo, sin embargo los argumentos expuestos no fueron tomados en cuanta porque según el juez, el hombre presentó su apelación demasiado tarde, reseña Digi24.
Reliu estuvo varios años fuera de Rumania debido a que quedó atrapado en Turquía por el terremoto de 1999, en el que sufrió varias heridas que necesitaron tiempo para sanarse. Así lo cuenta el mismo:
En el terremoto estaba medio roto, mis huesos, todo. La mitad de mí. Ni siquiera pensé que todavía estaba vivo.
Tras la ausencia que representó para su esposa, quien no recibió ninguna señal de vida de su esposo durante todo ese tiempo, en el 2013 decidió darlo por muerto y declararlo ante el estado civil, pidiendo el acta de defunción el cual fue aprobado en el 2016.
Cuando Constantin pudo regresar a Rumania en el mes de enero se llevó la sorpresa de que ya no existía. Llegó al aeropuerto de Bucarest y las autoridades turcas lo deportaron de vuelta a Rumania porque sus documentos habían expirado.
This Romanian man is officially dead. And a court says its too late to cancel his death certificate. What will happen to him now? @AlisoNJMutler on Constantin Reliu and the fight for his life. @AP_Europe
STORY: https://t.co/3WjOcZnIHP pic.twitter.com/azZJvISshf— Derek Gatopoulos (@dgatopoulos) March 16, 2018
Leyes
Según las leyes de Rumania, Constantin Reliu puede pedir la anulación de su certificado de defunción, pero debe hacerlo ante el mismo tribunal que lo aprobó hace dos años, peor por ahora el hombre no cuenta con los recursos para seguir exigiendo ante tribunales la anulación:
Oficialmente, estoy muerto, aunque estoy vivo. No tengo ingresos, y no puedo hacer nada, porque me consideran muerto
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Redacción Cubanos por el Mundo