Ya postularon a mil 265 delegados, 605 diputados y ahora constituyeron las 15 asambleas provinciales del Poder Popular, una por cada provincia del país, en lo que supone uno de los últimos pasos para sustituir al dictador Raúl Castro por otro dictador del Partido Comunista.
Todos están en sus lugares para concluir el proceso de sustitución que inició el 11 de marzo con las votaciones generales y terminará el próximo 19 de abril con el relevo del mando de Raúl Castro y la constitución de una nueva Asamblea Nacional, según reseña la prensa oficial.
Por lo pronto los designados por el partido como diputados a la Asamblea Nacional, iniciaron el proceso de consultas para la elaboración de la candidatura del nuevo Consejo de Estado, que incluye la designación del nuevo jefe de Estado.
Proceso
El proceso de votaciones en Cuba es entre otras cosas indirecto. Siendo unipartidista, el Partido Comunista postula a los candidatos que no tienen competencia con nadie.
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El jefe de estado es escogido de entre los 605 diputados designados y refrendado por ellos mismos, sin que el pueblo tenga derecho a opinar.
En muchos casos los cubanos asisten a las votaciones a depositar una papeleta con voto nulo porque no tienen nada que elegir. Pero el régimen alardea de la alta participación.
Según varias plataformas ciudadanas que sirvieron de observadores durante el proceso del pasado domingo 11 de marzo, la manipulación del voto, politización del proceso y falta de anonimato; fueron la constante.
El régimen insiste en mostrar ante el mundo que son una democracia o que practican ciertas cosas como lo haría un país libre, pero es imposible que se oculte la realidad, siendo que dentro del sistema castrista no existe la mínima posibilidad de que alguien fuera del partido comunista, se postule al proceso.
Sin pueblo
No hay movilización voluntaria de los cubanos. Los Comités de Defensa de la Revolución, suelen visitar en sus casas a los electores y presionarlos para que vayan a su centro de votación.
En medio de estos cambios, Raúl Castro, de 86 años, conservará un papel relevante hasta 2021 como primer secretario del todopoderoso Partido Comunista, la “fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado”, según la Constitución.
Redacción Cubanos por el Mundo
