Una historia perfecta para guión de película. Un hombre de Rumania no logró complacer a una Corte demostrando que se encontraba vivo, luego de que su esposa certificara su muerte. El hombre decidió demostrar en un nuevo juicio que, efectivamente, está vivo, persiguiendo la anulación de su certificado de defunción.
Constantin Reliu, aseguró que desde el pasado viernes emprendió la demanda para anular el certificado que fue emitido en el año 2013. Según comentó, también persigue la devolución de sus bienes que están ahora en manos de su esposa, Ioana Constantin.
“Cuando mi caso se hizo público, un abogado ofreció ayudarme gratuitamente, ya que no tengo dinero”, dijo Reliu dijo a The Associated Press.
“Asesinado” por su esposa
Durante más de 20 años, el hombre estuvo trabajando en Turquía. A su regreso a Rumania, se enteró que su esposa había decidido certificar su muerte.
“Sin papeles no puedo trabajar, no puedo ir a un hospital, tengo diabetes y ni siquiera puedo conseguir una receta, para todos estoy muerto, me dicen para qué volví, que me hubiera quedado en Turquía, no tengo ni para comer…”, se lamenta.
Ante tal situación, Reliu optó en marzo apelar por la anulación del certificado, sin embargo fue rechazada su petición por no hacerlo “en tiempo y forma”.
Un cuadro familiar complejo se presenta para el rumano. Según Perfil, su ex mujer, que hace unos años se mudó a Italia, no quiere ni que le mencionen su nombre, al punto que cuando lo escucha devuelve una catarata de insultos. Su hija solo le reprocha que haya abandonado a la familia durante 20 años “sin siquiera haber avisado que estaba vivo”
Redacción Cubanos por el Mundo
