El hacinamiento, la falta de insumos médicos y de condiciones mínimas en los hospitales cubanos son los motivos por los cuales muchos enfermos se niegan a permanecer en ellos. La estancia en un centro de salud estatal también representa un gasto para los familiares del paciente, quienes deben suplir las muchas carencias hospitalarias.
La joven Yared Montero Quiñones, quien ya padeció dengue, se niega rotundamente a quedarse recluida en un hospital para ser tratada, luego de que en su última visita al médico se le indicara que estaba bajo sospecha de Zika. Ella prefirió regresar a casa y sobrellevar su malestar. Según reseña de Diario de Cuba.
“Me dijeron que tenía sospecha de Zika y que debía ingresar pero a mi me dio miedo y les dije que no me quedaría y me fui. Tengo tres meses con dolor en todo el cuerpo. A mí de por sí no me gustan los hospitales porque, como dicen, uno entra por una cosa y sale con otra” confesó.
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Hacinados
Laura Oseas, médico de un policlínico estatal, asegura que muchos enfermos deciden marcharse debido al hacinamiento.
“El miedo es por las condiciones que hay en el hospital, donde hay muchos pacientes de dengue y se encuentran generalmente hacinados”.
La doctora explicó que cuando un médico no lograr convencer a un paciente del ingreso, de igual forma todos los casos se reportan a la sub-dirección del policlínico.
“Por ejemplo, el hospital Naval que para mí es un hospital insignia de la ciudad, ahí las cucarachas te quieren comer prácticamente. Aquello a mi me alarmó muchísimo”, expresa una cubana consultada.
Insumos
Ser en un paciente recluido en un hospital cubano requiere mucho más que estar dispuesto a lidiar con cucarachas y filtraciones, y eso implica suministrar una serie de insumos para una estancia menos incomoda en las instalaciones, tales como sábanas, ventiladores, cucharas, platos, entre muchos otros enseres que no hay en los centros de salud o se ofrecen en malas condiciones.
“Aquí en Cuba a una sala de ingreso hay que llevar prácticamente todo, ropa interior y demás. Las sábanas sobretodo, porque cuando vas a la sala las encuentras llenas de sangre, manchadas y sin blancura. Lo que pasa aquí es que el sistema no funciona”.
Su madre
La madre de Yared está preocupada debido a los síntomas que presenta su hija, sin embargo, explica las limitaciones económicas que influyen en la decisión de no ingresarla, además de la desconfianza hacia el sector de la Salud estatal.
“Claro que tengo miedo porque ni yo misma se que es lo que puede tener ella, hoy por hoy le sigue dando fiebre y ahora le están saliendo manchas en el cuerpo. El problema también es que si ella ingresara, yo tengo niños más chiquitos y no tengo condiciones ni para el alimento”.
Redacción Cubanos Por El Mundo
