El destacado poeta cubano Rafael Alcides Pérez, nacido en Barrancas, murió en La Habana la tarde del miércoles a los 85 años de edad, dejando un legado literario reconocido fuera del país pero censurado a rabiar por el régimen castrista.
Su despedida de este mundo también llevará poesía, al no incluir una ceremonia fúnebre según lo habitual, sino el vuelo de sus cenizas sobre el río de Barrancas. Así lo informó su esposa a Martí Noticias, quien indicó que los restos del poeta serán cremados y sus cenizas serán lanzadas al río de Barrancas por voluntad del escritor.
LEA TAMBIÉN: Club de Escritores Independientes rinde homenaje a Rafael Alcides
“Barrancas es el Paraíso de donde fui echado. Allí perdí todo, allí me quedé yo mismo esperándome en un día imposible del mañana para volver a reunirme con todo lo que entonces fue mío. Después de ser echado de Barrancas y también de perder a Bayamo, me quedé sin nada, solo en el mundo; acabado de cumplir trece años y con un hermano menor, Rubén”, dice uno de los poemas de Alcides, quien fuera amante apasionado de su tierra natal.
Censura
Alcides nació en 1933 en Barrancas, un lejano pueblo en Bayamo, de la provincia Granma, donde inició su carrera artística, que a finales de la década de los años 60 comenzó a alejarse de las instituciones cubanas, por su afán de controlar y censurar sus obras.
“Soy un escritor prohibido, a partir de ahí ¿qué sentido tiene mi membresía en la Unión de Escritores, para qué yo quiero pertenecer a una organización donde yo no me puedo defender ni mucho menos…?”, declaró el escritor al renunciar a su membresía de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en 2014.
Redacción Cubanos Por El Mundo
