El injerto de piel en Cuba para tratar quemaduras a dado un paso adelante, o ¿atrás?, lo interesante de esto es que médicos cubanos están usando piel de cerdo en sus tratamientos apósitos de hidrogel, según informó el diario Juventud Rebelde.
La noticia fue dada a conocer en el marco del segundo Congreso Cubano de Cirugía Estética y Reconstructiva, que se celebra en el hospital Ameijeiras.
El médico Rafael Rodríguez Garcell, presidente de la Sociedad Cubana de Cirugía Plástica y Caumatología, indicó que el uso de esta piel de cerdo le permite tratar al paciente de manera más inmediata, que es lo aconsejable en caso de quemaduras antes de que la herida profundice.
“Entre el tercer y el quinto día el paciente se somete a la necrectomía para retirar todo ese tejido muerto, o sea, la piel quemada. A partir de ahí realizamos injertos, tomando piel de zonas de su cuerpo no afectadas, lo cual puede ser muy complejo si es más la piel quemada que la no quemada. En caso necesario, recurrimos a otras variantes de extracción de la piel, entre ellas, de la espalda o del cuero cabelludo”
El galeno recuerdo que las heridas por quemaduras pueden conllevar a la muerte si no son tratadas a tiempo.
“Los que se salvan deben tener mucha fuerza de carácter y voluntad, dejarse ayudar y colaborar con el proceder y la rehabilitación, que se inicia desde los primeros días y que puede ser muy dolorosa como las curas, que se realizan bajo anestesia general”.
Pese a que se use este tipo de piel, todo dependerá también del tipo de persona al momento de la cicatrización.
“Cada persona responde según su patrón genético, y en algunas la cicatrización queloidea complejiza la estética final de la persona. A partir del año, o a veces antes, iniciamos las cirugías estético-reconstructivas para devolverle la funcionalidad de las zonas dañadas como las manos, las articulaciones, el cuello y otras”.
Casos
La revista expone el caso de Julio Gutiérrez Kaim, un taxista de La Habana que sufrió quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo.
“Yo nací dos veces.Tenía más del 70% de mi piel quemada. Mi cara ahora está arreglada porque aquí (en el Ameijeiras) hicieron maravillas conmigo; pero yo he sido muy fuerte por mis hijos, por mi esposa, por mis amigos…Yo estoy vivo y es lo más importante. Usé aquellos vendajes compresivos que me daban mucho calor, me operé para poder mover mis manos y las piernas y le doy gracias inmensas a todos. Me enseñaron a vivir después de lo que me pasó”.

Otro caso es el de la corredora Ana Fidelia Quirot, que tuvo quemaduras en el 40 por ciento de su cuerpo tras un accidente doméstico.
“Mi cara, mi cuello, mis axilas, el tórax, las manos… me veía quemada… Nueve meses después del incidente yo regresé con la medalla de plata de los Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en Puerto Rico (1993) y eso solo fue posible porque nunca perdí la voluntad. Mi familia siempre estuvo a mi lado y yo comprendí que con paciencia y voluntad podía retomar mi vida”.
Redacción Cubanos por el Mundo