Les parecerá tétrico, aterrador e incluso una “locura”, pero hacer sesiones de fotos para quinceañeras en cementerios “está de moda” en Cuba. Así lo asegura Ernesto Pérez Chang en un artículo para CubaNet, donde detalla como las jóvenes ahora piden de regalo esta inusual “experiencia”.
Leandro, un fotógrafo especializado en realizar álbumes para bodas y quince, afirmó que en un principio la idea le pareció “chocante”, pero luego de un tiempo, y de varias sesiones en el mismo set, se familiarizó.
“No se ve todos los días pero ya me lo han pedido bastante, incluso las madres me dicen “falta la foto del cementerio”, al principio me era chocante, un chiste pero nada de eso, es la moda, rara, pero es lo que se usa”
Para el gusto de las menores entre más tétrico sea el sitio, mucho mejor, pues el profesional afirma que para el ojo fotográfico, hay cementerios que se prestan para buenas fotos.
“He tenido casos de parejas que me piden que les tome fotos en la tumba de algún familiar o poniéndole flores a La Milagrosa, pero eso se puede decir que es casi normal, lo novedoso son las fotos de quince en el cementerio, y no en el Colón, que tiene lugares con alguna visualidad más o menos interesante, sino en tumbas abandonadas, en el Cementerio del Calvario, en el de Calabazar, que son lugares tétricos, como para una película de horror”.
Esta “moda” surgió hace un par de años, y al parecer no guarda relación con ninguna otra cultura, ya que en otros países no se ha visto esta tendencia.
Al autor le resulta curioso que las quinceañeras decidan festejar el cumpleaños con este tipo de instantáneas, pues es “una edad que ni siquiera marca el arribo a la adultez”
Karen, una diseñadora y gestora de un estudio fotográfico para quinceañeras, expresó que esta “moda” guarda relación con los llamados Emos, una cultura que surgió a mediados de los 80.
Explicó que la tendencia se ha hecho viral entre las hembras
“En el mundo hay todo un fenómeno a partir de la filmografía de vampiros y seres de ultratumba, y son los jóvenes quienes forman grupos de fans y asumen esas personalidades, en Cuba tienes el ejemplo de la calle G, en el Vedado, donde todavía se reúnen vampiros, hombres lobos y otras tribus urbanas, algo que era imposible imaginar hace veinte años atrás, sin dudas esto ha pasado a las celebraciones de quince, no solo con lo de los cementerios sino con otras estéticas nada tradicionales, donde se recrea no el ambiente de la mansión señorial y la niña inocente con la carita de ángel sino lo estridente, lo raro, lo grotesco como formas de comunicar estados de ánimo, incluso como rebelión frente a padres e incluso frente a otras presiones más allá de la familia, la escuela, el barrio, el país, el mundo donde viven”
Presión social
Las jóvenes consultadas por el periodistas afirman no tener idea sobre la cultura Emo o tener preferencia por lo “oculto” y “espiritual”. Ellas simplemente lo hace para “seguir la corriente”.
Así lo considera Laila, una chica de 14 años que hará su sesión de fotos en el cementerio chino de La Habana, una idea a la que se oponen sus padres pero que aun así está decidida a hacerla realidad con la ayuda de amigos de la escuela que servirán de fotógrafos, algo que les resulta más aventura excitante que gesto solidario.
“Mis padres no quieren, dicen que eso me va a traer problemas, que si no sé qué chiquita lo hizo y se murió, pero yo lo voy a hacer, los vestidos con vuelos y encajes, los abanicos y todas esas cosas raras no van conmigo, yo no soy así, yo quiero que la gente vea quién soy de verdad, cómo me siento, para mí la muerte no es nada malo, al contrario, me gustan los cementerios, yo creo que existe algo más allá de la vida y me siento conectada con ese otro mundo, más espiritual , no sé si haga un álbum pero mis amigos y yo las subiremos a Facebook y haremos un video de noche , no quiero que sea como lo de todo el mundo”
Redacción Cubanos por el Mundo