Autoridades educativas del régimen de Cuba están prohibiendo a un niño judío de 12 años y a su hermano usar su “kipá”, una pequeña gorra usada por la religión judía, en la escuela esto luego de recibir varias golpizas por parte de sus compañeros de clases.
Liusdan Martínez Lescaille fue avisado por la directora Municipal de Educación de Nuevitas, Osdeini Hernández Navarro, de que no podía llevar su kipá a la escuela.
El aviso se hizo el 11 de diciembre y la decisión llegar luego de la falta de orden por parte de las autoridades del planten para garantizar la seguridad del menor.
En ese momento, Hernández Navarro indicó que la escuela no tiene los medios para proteger al niño de las palizas, detalla Israel Noticias.
Los padres de Lescaille, Olainis Tejada Beltrán y Yeliney Lescaille Prebal, miembros de la comunidad sefardí Bnei Anusim en Cuba, afirman que el acoso comenzó en septiembre de 2019 después de que su hijo comenzara la escuela en la Escuela Secundaria Básica Urbana de América Latina en Nuevitas y desde entonces el niño ha sido “sometido a cuatro severas golpizas” por los conflictos provocados por sus compañeros de clase.
La falta de libertad religiosa en Cuba es una de las tantas formas de represión que tiene el régimen castrista.

Incluso el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo añadió a Cuba a la Lista de Vigilancia Especial del Departamento de Estado el 20 de diciembre, que monitorea a los gobiernos que han “participado o tolerado graves violaciones de la libertad religiosa” en el pasado.
La intimidación en la escuela, que se deriva de las prácticas religiosas personales, es muy frecuente y relativamente común en Cuba.
El padre del niño incluso consideró una alternativa educativa, pero las autoridades le informaron que no era posible.
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Luego de colocar la denuncia ante medios independientes, el castrismo le exigió retractarse de sus declaraciones o de lo contrario habría consecuencias, llegando incluso a amenazar con expulsar al niño por “supuestos actos de violencia”, antes de que cinco maestros intervinieran para defenderlo.
El 11 de diciembre, se anunció que las autoridades educativas declararon al guardia de seguridad culpable de no actuar cuando se produjeron estas golpizas, sin embargo, en lugar de que el guardia recibiera un castigo, la escuela decidió prohibir que el niño llevara kipá.
Redacción Cubanos por el Mundo