Andy Vázquez, actor que interpreta al popular Facundo Correcto, confesó que siente “miedo” de lo que le puede pasar en Cuba si regresa, por lo que, por ahora, no tiene pensado “virar”.
Vázquez, comentó cómo fueron esos fatídicos días de noviembre, cuando el régimen lo sacó de la televisión cubana, tras haber realizado una crítica contra el sistema.
Indicó que luego que le informaron que su contrato no sería renovado para el programa ‘Vivir del Cuento’, ese mismo 27 de noviembre decidió salir de Cuba antes de que la dictadura le cerrara todas las puertas.
“Se me nubló la cabeza, me fui pa´l aeropuerto, dejé el carro en el aeropuerto, tiré las llaves, cerré y me monté en un avión y me fui”, cuenta ahora Vázquez en exclusiva con Radio y Televisión Martí.
Ahora el cubano tiene un espacio en el Show de Carlucho de de 7 pm a 8 pm por el canal Mega TV, y de 8 pm a 9:30 pm por Univista TV en YouTube y Facebook.
“Nadie lo sabía: a las 10 de la mañana mi mamá llama, preguntándole a mi esposa dónde estaba yo”, relata el actor. “La llamé desde aquí de Miami y le dije: ‘Mira, yo estoy en Estados Unidos y lo estoy pensando, pero creo que no voy a regresar, no lo he decidido todavía”.
Desde entonces Vázquez ha estado en Estados Unidos, pensando, analizando y decidiendo qué será lo mejor para su futuro y el de su familia.
Asegura que decidió salir de Cuba antes de que lo incluyeran en la lista de “regulados”, término usado por el castrismo para impedir que los disidentes y opositores viajen al extranjero.
“Quizás fue paranoia, quizás… no sé qué fue, pero mi decisión fue esa: abandonar el país”, explicó el actor cubano. “Tengo un hijo en San Antonio, en Texas, y dije: ‘Voy pa’llá, a ver qué pasa”.
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Asegura que al momento de abordar el avión, algo le decía que sería la última vez que vería Cuba.
“Sabes que eso es terrible; las lágrimas se me salían”, cuenta. “Yo decía: ‘Ya, se acabó mi vida aquí’, y tuve que marcharme. Tenía pensado… no estaba muy bien claro qué iba a pasar en mi mente, pero miraba así, cuando ese avión iba despegando, y miraba a Cuba y me sentí triste porque pensé… no lo tenía bien decidido todavía; después lo decidí aquí, en un tiempito más, pero… algo en mí me decía: ‘No vas a virar más”.
El actor deja en Cuba a su esposa y a su hija de tres meses de nacida. De sus dos matrimonios anteriores tiene otros dos hijos, uno en San Antonio, Texas y otro en Suecia.
“Entonces pensaba: ‘Dejar ahora a esta chiquitica también…”, relata. “Después hablé con mi esposa y le dije: ‘Yo no voy a virar más. No voy a virar más porque tengo miedo”.
Supone que si regresa a Cuba ahora no le pasará nada. No cree que vayan a meterlo preso ni que vayan a darle una paliza, comenta.
“Pero sí sé que voy a estar en la mirilla, y lo primero que haga yo, un chiste mal hecho en un cabaret, en un teatro –si me dejaran trabajar—; sé que me va a pasar, y ¿de qué voy a vivir?”, se pregunta.
“Lo único que he hecho en mis últimos 20 años es hacer reír a las personas, y pienso que ya tengo una edad en la que yo no voy a volver a vender pan con bisté”.
Redacción Cubanos por el Mundo
