Pese al mal estado de la economía cubana, el régimen no le da tregua al sector privado y esta vez enfiló sus armas contra los taxistas, a quienes les volvieron a imponer precios para este mes de febrero en sus rutas por La Habana.
Según reporta CubaNet, ahora los “boteros”, como también son conocidos, deben cobrar de 5 a 10 pesos el viaje, según el tipo de vehículo.
Para muchos, este tipo de control solo les genera pérdidas, ya que “no da” para mantener los gastos de los vehículos.
“Todos los días hacen esto para destruirnos, porque miran cuántas guaguas han sacado y ponen guaguas donde quieran y si nos quieren ajustar, eso es para destruirnos”.
Ante esta nueva “estocada” del régimen cubano, los taxistas privados ven con recelo que el sector pueda seguir adelante, lo que complicaría las condiciones del transporte en Cuba.
“Eso no es rentable para los boteros, eso no es rentable”, afirma Norberto Delgado.
Los taxistas privados en La Habana podrán cobrar como máximo 20 o 25 pesos en tramos más largos.
“Una goma en 150 pesos y el pasaje cuesta 5 pesos, es bastante difícil mantener un carro así. Igual que una batería, está entre 80 y 100 dólares”.
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Pero pobladores de la capital de la Isla dicen que taxistas no cumplirán con estos precios máximos porque, en las noches, suben los precios o pican los tramos de su ruta para cobrar más.
“No es justo que los carros cobren hasta 1 dólar en las noches”.
Sin embargo, mientras el régimen cerca cada vez más a los taxis privados, también se distancia más la prestación de un servicio eficiente y estable de transporte público en Cuba.
Ni su ejército de inspectores que salió a las calles con la llamada coyuntura, ahora puede lograr que muchos choferes estatales paren a recoger pasajeros.
Redacción Cubanos por el Mundo