El periodista oficialista Cuscó Tarradell, vive en carne propia la censura que el régimen comunista de Cuba aplica a quienes revelan lo que verdaderamente ocurre en la Isla.
Desde que inició la crisis del coronavirus en el país, Tarradell se dedicó a informar detalladamente los casos y focos de infección para que los cubanos tomaran las medidas correspondientes.
Esto al parecer molestó a la dictadura castrista, que advirtió con aplicar la llamada “Ley Mordaza” contra el reportero del Instituto Cubano de Radio y Televisión.
Cuscó Tarradell hizo una publicación, que luego borró de su perfil de Facebook, anunciando que ya no podría continuar informando sobre la realidad del COVID-19 en Cuba, o por lo menos como él lo venía haciendo.
“Ya no podré llevar a los pacientes contagiados enumerados los casos para luego explicarles en detalles, por razones obviamente ajenas a mi voluntad”, dice el periodista en su publicación.
Indicó que pese a eso, seguirá informando a la población sobre el coronavirus en Cuba. “No obstante, los espero como de costumbre y seguiré investigando para revelar los datos correspondientes”.
La censura y la persecución es lo que a diario sufren los periodistas independientes en Cuba y de lo que ahora Cuscó Tarradell también es víctima, pese a ser un defensor del sistema comunista.
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Hace un año, compartió unas fotografías con Miguel Díaz-Canel, donde alabó su designación como “Presidente” de Cuba y lo calificó de ser un hombre “inteligente, sencillo, filántropo, apasionado por la historia”.
La Ley Mordaza o Ley 88, estipula que toda persona que colabora con medios de prensa extranjeros u otras vías para difundir información sobre lo que ocurre en Cuba y que el régimen considere “no apropiada”, podría ser condenado hasta con 20 años de cárcel.
La Ley no se aplica desde la fatídica Primavera Negra en 2003.
Redacción Cubanos por el Mundo
