Ya está disponible en Netflix la película La Red Avispa, y pese a que apenas se estrenó, ya está dando mucho qué hablar, pues trata de la historia sobre el grupo de cinco espías cubanos, que vigilaban de cerca los movimientos anticastristas radicados en Miami, Florida.
Bajo la dirección de Olivier Assayas, el film está ambientado en cuba y Estados Unidos, los países protagonistas de este hecho histórico; y tuvo ciertas complicaciones al momento de su grabación a causa de sus delicados y controversiales temas narrados, pero que indudablemente, hacen de la película un éxito.
El material audiovisual cuenta con un elenco internacional que garantiza relevancia, pues entre sus protagonistas están la cubana Ana de Armas, el venezolano Édgar Ramírez, el mexicano Gaél García, la española Penélope Cruz y el argentino Leonardo Sbaraglia; lo cual ha causado impacto entre los espectadores.
El nombre de la película La Red Avispa, está inspirado en el propio nombre que recibía el grupo de los cinco espías cubanos, quienes operaron por mucho tiempo tratanto de conocer los los planes de los exiliados de Cuba, que buscaban derrocar la dictadura opresora de Fidel Castro.
En la adaptación, la historia inicia en el momento en el que el piloto René González (interpretado por Édgar Ramírez), aborda uno de los aviones de su trabajo, para emprender un viaje hacia Estados Unidos; una vez en Miami, solicita asilo político mientras que, desde La Habana, su esposa Olga (protagonizada por Penélope Cruz) se enfrenta la idea de que su marido se ha convertido en un desertor.
La llegada de González a Miami causó alegría entre los exiliados cubanos, quienes lo recibieron con los brazos abiertos, incluyendo a su primo, un informante del FBI, por lo que se conoció que González no era un desertor, sino un espía que buscaba información sobre las operaciones anticastristas desde Florida.
La grabación de La Red Avispa no resultó fácil
El director Assayas reveló a la prensa española, que el rodaje fue complicado por todos los matices en torno a la política en Cuba: “Está claro que no hicimos amigos ni entre los castristas ni entre los anticastristas”.
“Vivíamos inmersos en un clima de desconfianza. Sé que hubo espías infiltrados en mi equipo, y que los teléfonos móviles y los ordenadores nos fueron rastreados. Rodar fue una experiencia emocionante y fascinante, pero extenuante (…) Cada mañana tenía la sensación de ir a la guerra”,
dijo Assayas.