La ex trabajadora de CIMEX que denunciamos días atrás que después de brindar 25 años de servicio a la corporación ahora no le llevan a su casa ni una croqueta, mientras ella clama por ayuda, el castrismo le ha respondido que “tiene que seguir esperando”, como si no fuese suficiente todo el tiempo transcurrido.
Raquel Más García, hizo pública su delicada y excepcional situación, esperando que alguien pudiera ayudarla. La mujer que cuida de su padre de 92 años, quien padece de epilepsia senil, hipertensión crónica, problemas de estabilidad física y otros achaques, aclaró para ese momento que no esperaba ningún beneficio de tipo económico, solo quería alguien que le asistiera a la hora de hacer sus compras ya que no puede pasar largas horas en una cola.
Sin embargo, el castrismo haciendo uso de su ineptitud, le dio la respuesta que no era de extrañar; “Tiene que seguir esperando”, o por lo menos así lo dejó saber Miriam Lau Valdés, directora de Relaciones Internacionales y Comunicación Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
La funcionaria expresó sobre el mencionado caso que: “Los trabajadores sociales, si bien se encuentran atendiendo de forma priorizada a adultos mayores y personas en condiciones de vulnerabilidad que viven solos, tienen la indicación de ofrecer una atención diferenciada a los núcleos familiares más vulnerables, para evaluar los problemas que identifiquen, y tramitar la solución con la autoridad competente”
“Por lo tanto, el trabajador social que la atiende debe evaluar y coordinar con los factores de la comunidad, especialmente con los CDR y la FMC, para buscar una solución en su caso. Por nuestra parte, enviamos sus datos a la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social para su atención”, puntualizó Lau Valdés.
Es decir, la ex trabajadora de CIMEX tiene que seguir esperando hasta que alguien se apiade de su situación y le brinde el apoyo que solicitó de manera urgente, para poder alimentarse tanto ella como su padre de 92 años.
Es de recordar que la ex trabajadora de CIMEX, tuvo que renunciar a todo y acogerse a la asistencia social como cuidadora de su padre. Antes salía solo para comprar los alimentos, pero ante la situación de pandemia que atraviesa la isla se han agravado las colas y ella no puede abandonar a su padre tanto tiempo.
Más García, buscando soluciones habló con el presidente del consejo popular Los Sitios, donde vive, para que la apoyara, pero él le dijo que no tenía facultad para resolver, que tenía que elevarlo al presidente del gobierno municipal. Ahora es el ministerio de Trabajo y Seguridad Social quien le dice que debe esperar, y entre tanta negligencia esta mujer sigue viendo cómo se deteriora su vida y la de su padre.
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Redacción Cubanos por el Mundo
