Lázaro Proenza Sedeño es un joven cubano que padece una extraña enfermedad en la piel la cual requiere el uso de un jabón especial para su aseo personal, que además de muchas otras cosas, escasea en Cuba.
Ictiosis laminar congénita, una enfermedad cutánea poco común, caracterizada principalmente por la producción de escamas y resequedad en la piel, así como hipersensibilidad a las altas temperaturas, también es conocida como la enfermedad del hombre pez, puede generar también intensos dolores, enrojecimiento en la piel y limitaciones en la movilidad debido a la rigidez de la piel.
El principal tratamiento para controlar esta enfermedad es la aplicación diaria de emolientes o queratolíticos tópicos, que son sustancias que ayudan a mantener la piel hidratada y en consecuencia una apariencia más suave y flexible.
En el caso de Lázaro, él utiliza desde hace algún tiempo el jabón Dalmer ozonizado, manifestando que su uso le ha ayudado con las infecciones en la piel y en la reducción del dolor. El afectado comentó para un medio local, que la asignación anual estimada del jabón para su localidad ya fue realizada en su totalidad y que por ende quedará sin tratamiento hasta el próximo año.

En su incansable búsqueda localizó el producto en Bejucal, pero desde Mayabeque y en su permanente condición se le hace imposible trasladarse para buscarlo. Además, indica que con la situación actual para adquirir medicamentos en Cuba es prácticamente impensable la posibilidad de hacer una cola de hasta 10 horas para adquirir un medicamento, pues moriría en pocas horas de deshidratación por el sol.
En Cuba reina la escases de medicamentos y cuando “alguno aparece” también aparecen las interminables colas para comprar, tomando en cuenta que son muy pocos los que finalmente logran obtenerlo, debido a las pequeñas cantidades distribuidas.
Al respecto, una vocera de la Dirección General del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), se manifestó en atención a las demandas de Lázaro, indicando que esta institución fabrica el jabón que necesita para su tratamiento y que la Empresa Comercializadora de Medicamentos (Emcomed), es la encargada de su distribución a nivel nacional.
La fabricante se excusó por la falta de este producto en las farmacias locales y se comprometió a garantizar el suministro del mismo por el resto del año para que Lázaro pueda adquirirlo sin inconvenientes.
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Redacción Cubanos por el Mundo