Los cubanos se quejan de que pasaron la pandemia de covid-19 sin algo tan imprescindible como jabón, detergente y champú, pero ahora, de la noche a la mañana el régimen llenó las tiendas dolarizadas de productos de aseo personal, en un acto que sobrepasó lo cruel y descarado.
El descontento de los cubanos ante las nuevas medidas económicas adoptadas por el puesto a dedo, se hace cada vez más evidente en las redes sociales. Los residentes en la isla aún no pueden comprender cómo en un abrir y cerrar de ojos, productos que llevaban años desaparecidos por un supuesto “bloqueo”, aparecieron pero solo para quienes disponen de dólares.
Diana Lourdes, residente de Camagüey se descargó en sus redes sociales ante el descaro de Díaz-Canel, la mujer, que solo es una más del montón de cubanos que se sienten afectados por la presencia de las nuevas tiendas en Moneda Libremente Convertible, aseveró que todo lo que están viviendo ahorita en Cuba es “una falta de respeto”.
“Hemos pasado la etapa del covid-19, sin jabón, detergente, champú y nada de nada. Y de un día para otro, como un acto de magia, amanecen las tiendas abarrotadas hasta el cuello de productos de aseo, artefactos eléctricos y comida. Pero a costo de dólares”
Diana, mostró fotos del descarado abastecimiento en los nuevos establecimientos del régimen, y asintió que no se trata de Panamá, ni mucho menos de Costa Rica, es Cuba con los nuevos comercios dispuestos por la dictadura que ansía dólares; “una falta de respeto total”.
Más allá de la imposibilidad que tiene el pueblo cubano de adquirir todos esos productos que ahora abarrotaron los mercados de la isla, la mujer reclama el “¿dónde estaban?”, cuando la gente más los necesitaban.
“¿Dónde estaba toda esa mercancía que tanto necesitaba el pueblo en medio de una pandemia que exigía higiene al 100%?. No los vimos nunca. ¿Dónde estaban señor mío?”.
La pregunta de la cubana que se expresó a través de su cuenta en Facebook, es la misma que se hace el resto de la población, y que el régimen de Díaz-Canel ha respondido diciendo que nada estaba acaparado, todo llegó “48 horas antes”.
Lo cierto es que mientras el cinismo del régimen aumenta, las necesidades del pueblo también. Y si antes era desesperante no encontrar los productos en las tiendas, ahora la desesperación de verlos y no poderlos comprar es mucho más indignante.
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Redacción Cubanos por el Mundo
