A falta de pollo y carne de cerdo, la cunicultura en Cuba gana cada día más terreno; tanta es la desesperación de las personas en la isla por obtener la proteína que el Estado no garantiza, que ahora un cubano que aspira “soberanía alimentaria”, viviendo en un apartamento tiene un cuarto solo para criar conejos.
El hecho inédito se registra en Las Tunas, una de las provincias cubanas donde la crianza de conejos tiene gran desenvolvimiento. Aurelio Quiñones Soria, un cunicultor de la zona, precisa que cada vez observa con mayor frecuencia como personas, jóvenes en su mayoría, buscan diferentes hierbas y otros ejemplares de la flora para alimentar a sus conejos.
“La crianza de conejos es fácil porque ellos no desprenden olores fuertes, no hacen ruidos que molesten y comen muchas cosas. Sé de alguien que vive en un apartamento y tiene un cuarto dedicado a la actividad”, contó el tunero cunicultor, quien además asegura que la “soberanía alimentaria”, forma parte también de la crianza de estos animalitos.
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Quiñones destaca que los conejos son una especie muy prolífica, que crecen con rapidez y se adaptan perfectamente al propósito de producir alimentos en patios, y ahora apartamentos, como parte del Movimiento de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, que promueve el régimen castrista por y para el pueblo, mientras ellos si comen carne de pollo, de res y de cerdo.
“Los beneficios son muchos, porque tienes un nivel de proteínas asegurado. Creo que eso es parte de la soberanía alimentaria, es como si tuvieras un refrigerador en el patio. Un ejemplar de pequeño tamaño se puede consumir en el día y eso constituye una garantía”, afirma el criador contento, porque sabe que mientras tenga conejos en su casa, su familia no pasará hambre como la mayoría de los cubanos de a pie que nunca más supieron lo que era consumir proteína proveniente de cualquier animal.
Los conejos son considerados en Cuba una ganadería fácil de muy bajo costo, tomando en consideración que para alimentarlos los cunicultores se valen de moringa y otras plantas proteicas y forrajeras como la tithonia, la morera y la caña de azúcar, es por esto que algunos tuneros han decidido dedicarse a la crianza de estos animales para así asegurarse por lo menos el plato diario de comida.
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El hambre, la desesperación y la desesperanza ante un panorama alimenticio que pinta cada vez peor, ha hecho que no solo en Las Tunas los cubanos vean la crianza de conejos como una alternativa rápida y segura para poder comer. La modalidad se ha expandido a otros territorios, tal es el caso de Guantánamo, donde mensualmente se están llegando a producir mil jaulas para la crianza de conejos, como parte del impulso a “la producción de carne en el territorio”. Según los medios locales, la provincia de Guantánamo demanda unas 10 mil jaulas para enfrentar con celeridad este programa cunícula, dedicado a supuestamente satisfacer las necesidades de alimentación de la población.
En vista del crecimiento de la cunicultura en Cuba, es probable que entonces lo que venga de ahora en adelante por parte de las autoridades castristas sea el decomiso de moringa, la expropiación de jaulas y el robo a productores de conejos ya criados y listos para el consumo, por carecer de los famosos permisos que exige el Estado hasta por número de respiraciones diarios de los cubanos.
Redacción Cubanos por el Mundo