Niorvis Deli Lamota, es una madre cubana residente en Santiago de Cuba; en medio de un desgarrador relato contó las deplorables condiciones en las que vive desde hace 8 años junto a su hija: “Quisiera morirme y no pasar las necesidades que estoy pasando”, dijo.
Debajo de carpas, latas y cartón donde se filtra la lluvia y el sol, Niorvis pasa sus días esperando que alguien se conduela de su terrible situación; la madre de una joven con asma crónica, reclama que desde el paso del huracán Sandy en el 2012, cuando su vivienda quedó en catastróficas condiciones, el régimen le prometió construirle su casa, pero 8 años después todo quedó en solo palabras.
Tantos años de miseria y abandono le han hecho pensar a esta madre cubana que entre las necesidades que vive y la muerte no hay mayor diferencia: “A veces quisiera morirme y no pasar el trabajo que estoy pasando con esta vivienda, mojándome aquí y en estas condiciones”, expresa la mujer bajo depresión y desesperanza.
Niorvis además de vivir sumida en el destrozo que dejó Sandy a su vivienda, tiene que soportar otra serie de calamidades; en su casa llueve más adentro que afuera, el piso es de arena, el calor es insoportable porque el techo es de carpa, los utensilios que usa en su día a día, en su mayoría son prestados y para colmo de males; por su grave situación de salud no puede salir a trabajar, de manera que no cuenta con los recursos económicos para poder sostenerse.
“Nadie se ha parado aquí a dar una ayuda, todo ha sido engaño y engaño. Le vamos a dar su casa, le vamos a dar su casa, tiene que esperar, tiene que esperar, y al final nada pasa”.
“Tiene que esperar”, es la frase más recurrente en el caso de Niorvi, la madre cubana que ya lleva 8 años precisamente esperando por un sistema indolente que poco le importa el bienestar de sus ciudadanos. Todas las instancias a las que se ha dirigido responden lo mismo: “debe seguir esperando”.
La madre cubana padece de una serie de patologías que se ven cada día más agravadas por las deprimentes circunstancias en las que vive: “Tengo crecimiento en el corazón, tengo hipertiroidismo, soy hipertensa, tengo desgaste en los huesos, tengo un trauma craneal y los dolores de cabeza me comen, padezco de los nervios también y el medicamento que debo tomar hace no se cuántos siglos que no lo hay”, contó Niorvis en su relato.
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“Ya estoy cansada”, expresó la madre cubana sobre el abandono por parte de las autoridades, y reiteró que prefiere morir antes que seguir viviendo en las condiciones que vive.
El relato de Niorvis, que fue dado a conocer en un trabajo del medio Cubanet, lamentablemente es uno de tantos que guarda la dictadura comunista cubana. El hambre, la miseria y la desidia se apoderan cada día más de los residentes en la isla, mientras que para la cúpula castrista y sus familiares lo que abundan son los lujos y las comodidades.
Redacción Cubanos por el Mundo