El Gobierno de Ruanda informó sobre el arresto de Paul Rusesabagina, el hombre que fue considerado como un héroe en la película “Hotel Ruanda” por salvar la vida de más de mil personas durante el genocidio del país en 1994, bajo presuntos cargos de terrorismo. El filme, donde Rusesabagina es interpretado por el actor Don Cheadle (Máquina de Guerra en las películas de Marvel), relata como este hombre usó su cargo en la gerencia del hotel y las conexiones con la élite hutu para proteger a los tutsis que huían de la masacre.
Dos agentes de la policía se llevaron esposado al hombre de 66 años hasta la sede de la Oficina de Investigaciones de Ruanda y lo presentaron ante los medios de comunicación. El “héroe” no habló. Anteriormente ya había indicado ser víctima de una presunta campaña de “difamación” por parte del Gobierno de Ruanda.
Thierry Murangira, portavoz de la Oficina, indicó que Rusesabagina es sospechoso de ser el presunto fundador o “líder” de grupos terroristas extremistas armados “que operan en varios lugares de la región y en el extranjero”. Añadió que se enfrenta a varios cargos, incluyendo “terrorismo, financiación del terrorismo… incendio, secuestro y asesinato”.
La detención de este hombre se logró, según la Ofician, “a través de la cooperación internacional”. Rusesabagina, un crítico del presidente Paul Kagame, se mudó al extranjero tras el genocidio y fue aclamado a nivel mundial, recibiendo el premio civil más alto de los Estados Unidos, la Medalla Presidencial de la Libertad, en 2005.
En Ruanda, este hombre provocó indignación tras advertir sobre otro posible genocidio, esta vez por los tutsis contra los hutus. Esto le valió duras críticas por parte de sobrevivientes del genocidio y del propio Kagame, señalándolo de explotar el genocidio para obtener ganancias comerciales. En 2010, el fiscal general dijo a la agencia Reuters que las autoridades tenían pruebas de que Rusesabagina había financiado grupos terroristas, aunque no se presentaron cargos.
El genocidio en Ruanda
Unos 800 mil tutsis y hutus moderados fueron masacrados en 100 días en la nación centroafricana a partir del 6 de abril de 1994. Soldados del entonces gobierno hutu y aliados de milicias étnicas orquestaron el genocidio en el que las víctimas fueron asesinadas a machetazos, quemadas vivas o fusiladas.
Los asesinatos terminaron cuando los rebeldes tutsis, dirigidos por Kagame, tomaron el control y desencadenaron un éxodo de más de 2 millones de hutus.
Redacción Cubanos por el Mundo