La homofobia solapada entre los trabajadores del Juventud Rebelde, entre los que destacan el majá resbaloso de Norland Rosendo y el jinetero de las recargas, el fotógrafo Roberto Suárez, le estarían cobrando la cuenta al director del diario Juventud Rebelde Yoerky Sánchez, a pesar de que este fue perdonado por su esposa, tras revelarse su infidelidad cibernética con el ex delegado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, Luis Adán Roble.
Dayana Lugo, esposa de Yoerky, se vistió de moderna y le puso una lápida al tarro y alboroto vía Facebook chat entre Yoerky y Luis Adán. A fin de cuentas no hay mucha diferencia entre un tarro con una mujer – por ejemplo, con Susana Gómez Bugallo, con la cual estuvo Yoerky – y un macho, como lo es Luis Adán.
A fin de cuentas, dice nuestro informante que “el perdón” no es tal. A Yoerky le están construyendo una casa con todos los hierros cerca de la sede del Juventud Rebelde, y Dayana es una noble mujer, “guajirita” que ya no sabe qué hacer con ese muerto que al parecer, no estaba tan muerto nada, lo que estaba atrapado en un cuerpo extraño y metido dentro de un closet con varios candados.
En medio de la batalla y el rechazo y de los problemas que se le vinieron en Cuba al ser revelado su plan secreto con Luis Adán Roble, Yoerky ha seguido con su estilo de dirección. No se reúne con sus subordinados.
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Eso, en parte, es lo que más daño le ha hecho entre sus súbditos, muchos de los cuáles se sienten burlados porque, Sánchez los esquivaba continuamente con frases tipo “ahora no puedo”, “estoy reunido” y con la puerta con pestillo, pero ya la gente sabe, por ejemplo, a qué dedicaba parte de ese tiempo: a la paja cibernética.
Entre sus últimas “mariconadas” al frente del Juventud Rebelde estuvo la de censurar parte de un reportaje que se hizo entre los campesinos de las vecinas Mayabeque y Artemisa a raíz del desabastecimiento agrícola en la capital.
Según nos fue revelado, Yoerky mandó a censurar los comentarios de muchos de estos guajiros que se quejaron de que, por ejemplo, no les pagaban hace meses, no los estimulaban, etc. y etc. Al final, el reportaje quedó como él quiso que quedara: censurado. Los campesinos que suministran al agro como unos insensibles que no entienden del hambre en la capital y todo para complacer las directrices partidistas.
Todavía no se habla de si lo van a sustituir o no, y aunque al menos logró salvar su matrimonio, algunos chismes de pasillo dentro del JR afirman que no logrará salvar su puesto. No porque la gente le haya perdido el respeto, porque los homofóbicos actúan así; respetan hasta que descubren que el otro es gay, sino porque ya han comunicado “más arriba” que Yoerky sigue sin vocación para servir.
Uno de los que ya sabe y conoce muy bien cómo está la finca en el Juventud Rebelde es el Presidente de la UPEC, y uno de los “legendarios” dentro del diario comunista: Ricardo Ronquillo Bello.
El problema es que este, también, está cogido por los huevos. Es apenas un monigote puesto al frente del organismo sin poder de decisión alguno para remover al poco colectivista y calenturiento Yoerky. Ronquillo es como un títere cuyos hilos se manejan desde el Comité Central, precisamente desde el aparato ideológico que, como suele hacer en ocasiones, prefirió dejar que “el traspaso de equipo de pelota” de Yoerky se enfriara.
Quitarlo del puesto hubiese sido un escándalo que el castrismo cubano no estaba dispuesto a tolerar, pues el Poeta de las Tribunas y revolucionario decimista, baboso en Jefe de Fidel, no es un director cualquiera: es también uno de los integrantes del Consejo de Estado y relevo joven, futuro cuadro, con tan buen carisma que hasta compañeros de estudios suyos como la periodista de Univisión Naislet Rojas y el “más rojito” de su grupo dentro de la Universidad Central de Las Villas, y ahora residente en Miami, Javier Figueroa, lo defienden desde el otro lado del Estrecho de la Florida.
Desconocemos si Sánchez podrá ser feliz atrapado en esa otra dimensión o si aún les gusta Dayana, su esposa, pero ya eso es un asunto muy personal de él. Y de ella.
Redacción Cubanos por el Mundo.
