El régimen cubano intenta disfrazar un problema creciente en Cuba, la violencia de género. Con 17 femicidios en 2020, violaciones, arrestos, golpizas y amenazas contra activistas, artistas y reporteras, el castrismo de forma descarada, asegura que está haciendo todo para el “enfrentamiento a las manifestaciones de violencia de género”. En tal sentido, destaca que un grupo “multidisciplinario” se encuentra analizando la situación en la isla, evento que fue presidido por Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la Asamblea Nacional.
Pero ¿lo está haciendo realmente? Mientras se llevan a cabo estas reuniones proselitistas donde sus funcionarios, más que buscar solución al problema solo alaban el sistema comunista que los genera, se reportó recientemente la muerte de una joven en la Habana del Este. Eso aunado a la violación de una menor de 15 años en Camagüey y semanas atrás se había reportado una especia de abuso colectivo contra otra adolescente.

En dicha reunión presuntamente se habló de “perfeccionar todas las acciones para eliminar las conductas discriminatorias y la violencia de género”, pero la realidad es que dichas acciones no se aplican en la vida real y las víctimas quedan sin recibir ningún tipo de justicia o en el peor de los casos, los familiares no pueden ni siquiera denunciar, porque son tildadas de “contrarrevolucionarias”.
Presuntamente la nueva Constitución “incluye las garantías para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, las protege de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones y espacios”, pero ¿por qué no se respeta entonces la Carta Magna de la república? ¿Por qué se permite que hordas comunistas agredan, ofendan y golpeen a mujeres como Tania Bruguera o Analemy Ramos?
Este es el régimen dictatorial cubano que algunos tontos útiles defienden. https://t.co/kiBMl5n9my
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) October 11, 2020
Esto deja en evidencia una vez más, que el castrismo se aprovecha de las situaciones sociales para fomentar su fallido sistema política, mientras que la realidad es totalmente contraria. En Cuba no existe una ley contra la violencia de género que castigue duramente a quienes agreden o asesinen a una mujer. No hay castigo para los agentes represores que golpean a una madre frente a sus hijos. Ni las propias mujeres “revolucionarias” son respetadas en la Cuba comunista, ya que están obligadas a hacer extensas colas durante horas para poder hacerse con algo para comer.
Redacción Cubanos por el Mundo