En Guantánamo, la ciudad ubicada al sudeste de Cuba, los servicios funerarios no dan abasto para atender a los pobladores. Cubanos han denunciado en varias oportunidades problemas para darles cristiana sepultura a sus familiares. Que, según disposición de la dictadura cubana, deben ser incinerados sin excepciones.
En una publicación de Venceremos.cu, el régimen deja en evidencia su absurdo manejo de la pandemia y los problemas locales aún después de la muerte.
En Guantánamo no dejan “descansar en “paz”
Vilmán Pupo Cisneros, director municipal de Servicios Comunales en Guantánamo, confirmó en entrevista que el incinerador de la localidad se queda eventualmente sin gas licuado de petróleo.
Dicha falla impide brindar el servicio que, asegura, “es cada vez más solicitado por las familias locales”. El aparato, ubicado en el kilómetro 1 ½ de la carretera hacia Niceto Pérez, es primordial en tiempos de covid-19. Especialmente cuando todos los cuerpos de los fallecidos deben ser incinerados como ley general propuesta por las Naciones Unidas.
El directivo señala la poca capacidad de almacenamiento de gas licuado en la instalación, “que dispone de tres balas o cilindros, uno de 3 mil kilogramos (kg) y el resto de 2 mil. Las cuales se llenan –de acuerdo con las normas contra incendios- a un 85 por ciento”.
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Ese porcentaje, que en físico son 5.950 kg, se le restan unos 600 que se dejan como reserva ante posibles fallecimientos por COVID-19.
Esa cantidad es insuficiente para asumir el incremento de las solicitudes de este servicio. Considerando que la dictadura castrocomunista provee materiales para atender ÚNICAMENTE a 33 fallecidos por mes.
“La tecnología instalada, hornos marca Kalfrisa, de fabricación española, de gran eficacia, bajo consumo y automatizados. La cual deja de funcionar cuando queda poco combustible –menos de 1.000 kg- y baja la presión del gas”.Vilmán Pupo Cisneros
El mismo incinerador para dos provincias
Como si no fuera suficiente, desde marzo de 2020, el incinerador guantanamero asumió los servicios necrológicos de Santiago de Cuba por afectaciones al de esa localidad. Dicho problema aumentó las cremaciones a 27 aproximadamente a la semana. Es decir, un promedio de 108 fallecidos al mes, cuando el régimen solo administra materiales para atender 33 cremaciones.
Los castrocomunista nuevamente se olvidan de las provincias. En Guantánamo, la dictadura no permite vivir –ni morir- en paz.
Redacción Cubanos por el Mundo
