La incoherente lógica castrista ha vuelto a hacer de las suyas. En esta oportunidad, el periodista independiente Jesús Jank Curbelo, exreportero de Granma, denunció que el régimen le otorgó una multa por comer en la calle.
Aunque el comunicador relató que se hallaba lejos de la gente, la dictadura expidió una multa por 2.000 pesos cubanos, una cifra que expresada en divisas americanas ascendería hasta los 80 dólares.
“Me acaban de poner 2.000 pesos de multa por comer en la calle. Lejos de todo el mundo, por cierto. No voy a dar mucha muela respecto a eso, pero salgo del clóset. Dictadura y bien! #AhoraEsPeor”
indicó en una publicación en Facebook
Multa por “propagación de epidemias”, otro robo del castrismo
El régimen vio una oportunidad millonaria con el inicio de la pandemia. Desde ese momento, los castristas decidieron implementar una nueva modalidad para enriquecerse con el poco poder adquisitivo de los cubanos que aún residen en la isla y que, desde luego, no pertenecen a su élite.
En cientos de oportunidades los cubanos han denunciado la imposición de multa tras multa, una más disparatada que la otra. Multado por ajustarse el nasobuco, multado porque el niño se retiró el nasobuco menos de tres segundos, multado por beber un sorbo de agua. Y así continua la larga lista de correctivos absurdos implementados por los esbirros del régimen.
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Esta vez, Jesús Jank Curbelo, el autor de la crónica del niño con el busto de José Martí, fue otra de las víctimas de la dictadura.
“Lo que lo convierte en dictadura no es la multa. Injusticias (y multas estúpidas) hay también en las democracias. Lo que lo convierte en dictadura es todo lo que te ha pasado antes de la multa y lo que probablemente pase después”sostuvo Elaine Díaz en la publicación
Redacción Cubanos por el Mundo