La “potencia médica” en Cuba, esa que supuestamente vela por el bienestar del pueblo cubano, queda de nuevo como la mentira más grande de la dictadura comunista. Yoel Acosta Gámez (32), es un cubano residente de Baracoa, Guantánamo, cuya familia, conformada por su esposa y su hijo de cinco años, está atravesando por una situación clínica complicada y que el sistema de salud cubano, en vez de darle solución, solo ha contribuido a que todo se agrave aún más.
En entrevista con Cubanos por el Mundo, Acosta Gámez cuenta las varias situaciones por las que está atravesando y que desafortunadamente no puede enfrentar ya que, al igual que millones de cubanos, no tiene los recursos económicos para hacerlo.
Lo primero que nos expone es el estado de su hijo pequeño, quien desde hace cuatro años padece de una hidrocele que le generó una hernia en la parte pélvica y que no se la han operado por negligencia en el Hospital General “Octavio de la Concepción y la Pedraja” de Baracoa.
“He tratado por todos los medios de que sea operado ya que es una operación complicada para su edad y hasta este momento no lo han resuelto porque cuando no hay un problema, existe otro. Primero me dijeron que el médico que lo debía operar estaba en misiones, luego de que no había condiciones en el hospital y todo ha sido un desastre”.
Asegura que este “peloteo” se lo tienen montado desde hace aproximadamente cuatro años, ya que desde que el menor cumplió el año de edad, la operación le es necesaria para curarlo de su dolencia, pero esta no llega. “Esto viene ocurriendo hace más de cuatro años. Llevamos al niño al hospital y siempre es un engaño, una mentira y nunca se ha logrado que lo atiendan o que lo operen”.
Detalla que su niño “se retuerce del dolor” y que al recurrir al hospital lo único que hacen es colocarle calmantes para y lo regresan a su vivienda. “El médico que lo atendió, Miguel Ángel Díaz pero le dicen “Miguelito”, nos dijo que eso era “normal” que con el paso del tiempo al niño se le quitaría esa bola, pero luego de eso sigue igual”.
En Baracoa no, en La Habana
Cansado de esperar, este cubano residente en Baracoa volvió al hospital, molesto por lo que estaba ocurriendo y le dijeron que allí no habían condiciones para operarlo, esas condiciones solo existían en La Habana, por lo que debía trasladarse hasta allá.
Esta opción fue descartada de entrada por su familia, ya que no posee los recursos monetarios para viajar a la capital cubana y mucho menos mantenerse allí todo el tiempo necesario para la operación.
“Yo le expliqué al médico que yo no tengo trabajo, no tengo condiciones, no tengo familia allá y el médico me dijo que había que operarlo allá porque aquí (en Baracoa) no puede ser
La salud se complica y no hay medicamentos
Pero el panorama de salud para esta familia residente en Baracoa es más complicado aún. Debido a las condiciones en las que viven, a su esposa y al niño le comenzaron a salir erupciones cutáneas cargadas con “pus” en varias partes del cuerpo. “Se llenó de nacidos que le supuran”, afirma. A raíz de esta infección, el menor comenzó a presentar fiebre elevada y al ser llevado nuevamente al hospital le informan que no hay medicamentos para tratarlo. “Ni siquiera había para colocarle uno en la vena”.
Los médicos le recetaron varios medicamentos que afirman no se consiguen en las farmacias destinadas para el pueblo cubano, sino en las internacionales, donde los precios están fuera de su alcance. “Imagínate que en estos días una vecina compró una pomada para la piel en 17 dólares, eso es demasiado”, asegura.
“Los medicamentos no existen en las redes de farmacias municipales de Baracoa, solo existen en las farmacias internacionales, en dólares, ahí están los medicamentos que se necesitan no solo son para hijo, sino para todos los cubanos”.
El fármaco que se le recetó a su hijo fue Clotrimazol, un medicamento usado para tratar enfermedades micóticas y Globetasol, que se usa en infecciones seborreicas
Detalla además que él y su esposa no pueden tratar directamente al niño porque ambos son pacientes de VIH y no deben estar en contacto con las heridas del menor para evitar que también se contagie con la enfermedad.
“Mi hijo necesita ser atendido, necesita operarse porque esto le puede causar males mayores y nosotros por nuestra enfermedad no estamos en condiciones de tratar al niño”.
Este cubano apela a la solidaridad de sus vecinos, dentro y fuera de Cuba, para poder tratar a su familia residente en Baracoa, especialmente a su niño, quien es el que más sufre el abandono por parte del sistema de salud cubano, ese que presuntamente está para atender a las necesidades del pueblo.
“Yo no necesito dinero, necesito es medicamentos. Si alguien quiere ayudar por favor, se los agradezco, quiero que la gente sepa lo que estamos atravesando, este Gobierno nos ha abandonado, nos ha botado, eso es lo más importante”.
Por último responsabilizó al régimen de Cuba y al nefasto sistema de salud cubano por las consecuencias a la salud de su familia debido a al desatención y a la falta de medicamentos que existen en el municipio.
Para cualquier ayuda que le quiera hacer llegar a Yoel Acosta Gámez, pueden comunicarse directamente con él a través del número +53 58048944.
Redacción Cubanos por el Mundo
