Los familiares de Diane Díaz Santana de 18 años, están desesperados e indignados por el trato que está recibiendo el caso de una joven fallecida, por el disparo de un arma de fuego.
De acuerdo con declaraciones de un familiar que se comunicó con la redacción de Cubanos por el Mundo, la joven al parecer habría muerto como consecuencia de un disparo en el pecho; un disparo que según la fiscalía de Cuba, que siguió al pie de la letra el reporte del forense adscrito a Medicina Legal y el MININT, detalló en el juicio efectuado que se trató de un suicidio.
Sus familiares se preguntan: “¿De dónde salió el arma? ¡Ella no tenía armas!”
En efecto: En Cuba no existe el permiso para portar armas, así que los únicos que tienen acceso a ellas son militares de alto rango, Agentes de la Seguridad del Estado, Fuerzas Especiales y algunos policías.
Por el contrario, denuncian que su ex pareja, principal y único sospechoso, una persona “influyente” dentro del pueblo de Artemisa, habría usado sus “contactos” para evadir la justicia y no rendir cuentas ante la ley.
“Él se dedica a hacer negocios; él tiene influencias, lo dicen las mismas personas que los conocían,” denuncia su familiar.
Del sospechoso, quien curiosamente fue el que encontró el cadáver y él mismo llamó a la policía, solo se conoce su edad, 44 años y la fotografía que el hermano de Diane, Mario Luis Díaz Ramos, posteó en su cuenta de Facebook denunciando el proceso que se estaría llevando a cabo de manera espuria.
“Hago una llamado a la Fiscal General de la República de Cuba, porque el 11 de febrero de 2021 se me comunicó que mi hermana estaba muerta de un disparo en el pecho a las 12:59. No estando de acuerdo con los resultados obtenidos en las investigaciones, donde se nos informa que mi hermana se suicidó. Espero que este caso con el expediente #12188 sea de interés a la fiscalía general”.
Gran parte de la inconformidad radica en los resultados de la presunta investigación, donde se detalla que la joven Diane se suicidó. Los familiares se cuestionan esta versión alegando además, que los suicidas que usan un arma de fuego para quitarse la vida, usualmente se dan un disparo en la sien; colocan el arma dentro de la boca o se disparan debajo de la barbilla.
En este caso, si fuese un suicidio, con un disparo en el pecho, el disparo sería “a quemarropa”. No hay modo de dispararse en el pecho “de lejos”.
Más extraño aún es el hecho de que el informe que le entregaron a los familiares es una amargama de palabras sin ton ni son. En el reporte, no hay fotos periciales, no hay gráficos que demuestren cual fue la trayectoria de la bala, nada.
“Lo único que dice, que es indicativo de suicidio, es que ella tenía pólvora en los dedos,” explica el familiar.
Aquí cabe destacar un detalle. La polvora sólo avanza unos metros después que sale de la boca del arma. Si a una persona le disparan bien de cerca, y las manos de la víctima están cerca de la boca del arma (digamos que luchando por arrebatar el arma) las manos se embarrarían de pólvora, tanto o más que las manos del victimario. Incluso, sin resultar chamuscadas.
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Un detalle que asombra es la propia declaración del acusado que al parecer, “ha salido absuelto.”
Según su declaración, el arma llegó a manos de Diane de la siguiente manera: ella se la encontró en un parque.
Y dijo más. Según su testimonio, Diane se quedó con el arma, no denunció el hallazgo y lo que resulta más inverosímil: la cargaba a diario donde quiera que iba.
Ella no denunció el hallazgo, él tampoco. Ella no le dijo nada a sus padres, ni a una amiga de confianza. Algo huele muy mal aquí en esta historia.
La única respuesta que encuentran sus familiares a esta incógnita es que la pareja de Diane, el sospechoso, está mintiendo en este cuento que parece sacada de una novela policíaca mal escrita.
Creen además sus familiares que debido a sus influencias, la ex pareja de Diane hasta pudo haber recibido un permiso para portar el arma. La misma que habría usado – creen firmemente ellos – para asesinarla de un disparo en el pecho.
El hecho ocurrió en la provincia de Artemisa, y los familiares denuncian que las autoridades guardan con especial cuidado el caso para evitar que se filtre a los medios independientes. “Les escribo pues esto está guardado en lo más adentro de la ciudad de Artemisa y la familia se lo ha callado pero al parecer este señor ha comprado a la fiscalía de esa ciudad y lo han sacado impune. Eso no es justo; ya bastante tenemos con lo que estamos viviendo como para que también se vendan estos mierdas y uno tenga que cargar con el dolor de una familia destruida por la mierda de país que tenemos por los desgraciados de este gobierno”, dijo la fuente consultada por Cubanos por el Mundo.
Otro detalle interesante. La joven y el presunto asesino vivían solos desde hace algún tiempo.
“Él supuestamente llamó a la policía para informar que se había suicidado, pero nadie se suicida sin motivos. Mucho menos en una pareja,” explica el denunciante.
El sujeto fue en su momento detenido, pero ahora el “caso salió de Fiscalía” con el resultado de que se había “suicidado”.
“Queremos justicia, exigimos justicia” asegura la familia, detallando que no descansarán hasta obtenerla.
