El régimen cubano utilizando a la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la promoción de su agenda reincide en culpar al embargo económico de Estados Unidos por la falta de producción de alimentos en Cuba. Ante el Consejo de Derechos Humanos, el representante del castrismo, Pedro Luis Pedroso, aseguró que les corresponde “hacerles frente a los enormes desafíos”, en materia de seguridad alimentaria.
Continúa la prensa oficial, refiriendo que el representante del régimen castrista ante la ONU, insiste en calificar como una política “de hostilidad sin precedentes”, los últimos cuatro años de gestión en Estados Unidos, en alusión al mandato del expresidente Donald Trump y ante las fallidas esperanzas que tenía el Partido Comunista de Cuba (PCC) sobre el actual mandatario, Joe Biden, como figura que levantaría las sanciones económicas a fichas de la cúpula castrista.
Presentando estadísticas, no transparentes para la sociedad cubana, el régimen repitió ante la ONU que en los últimos dos años se registraron daños cuyos costos ascienden a los 428 millones 894 mil 637 dólares en el área de la alimentación. “Estos perjuicios se habrían evitado si las empresas cubanas hubieran podido acceder al mercado estadounidense sin restricciones injustas e ilegítimas”, dijo el funcionario.
Según el régimen cubano la falta de producción de alimentos en Cuba responde a la incapacidad de financiamiento de bancos estadounidenses, así como al sistema crediticio internacional; aun con los millonarios contratos de inversión sostenidos en áreas de su interés como el turismo con otros aliados comerciales. Además, parece no afectar en nada a la industria del ron, para la que cuentan con materias no solo para atender la demanda sino la sobredemanda.
Aprovechó además el representante del castrismo para manifestar su “preocupación” por el hambre en el mundo, así como un “injusto e insostenible orden internacional” que se traduce en el “crecimiento exponencial de la pobreza, la exclusión, y la inseguridad alimentaria; a la par que se dilapidan billones de dólares en gastos militares en lugar de dedicarlos a proteger la vida”.
Esta última afirmación pareciera corresponder a un señalamiento contra el régimen de Cuba, que mantiene activa la flota de patrullas para la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) más no así para las ambulancias en el sistema de salud, por citar un ejemplo.
La producción en el campo además de afrontar la falta de materias primas, el alto costo de electricidad y combustible y las restricciones propias en rubros, también afrontan las complicaciones burocráticas que impone el régimen mediante Acopio, la empresa encargada para intermediar entre el productor y mercado.
La escasez de alimentos en Cuba responde a la alta dependencia del régimen cubano de la importación de alimentos. Se estima que al menos el ochenta por ciento de lo consumido en la mesa cubana procede del exterior, situación que se ha visto afectada en medio de la pandemia por COVID-19.
Redacción Cubanos por el Mundo
