Ciego de Ávila es otra de las provincias que comenzó la comercialización, sin la participación de la ineficiente empresa castrista Acopio.
La nueva modalidad consiste en que los productores y vendedores realizan sus propias contrataciones de manera directa, además ellos mismos se encargan del traslado de los alimentos.
De esta manera no existen cadenas de intermediarios en Ciego de Ávila, que lo que hacían era retrasar las ventas y además esto se veía reflejado en otro aumento para el costo de venta. Sin dejar pasar por alto, que Acopio en muchas oportunidades, rechazó las cosechas de los campesinos, incluso después de haberlas solicitado y esto provocó pérdidas tras las descomposición de las hortalizas.
Según información del Periódico Invasor, en el Punto de Venta La Piña, en el centro del poblado de Gaspar, inició la nueva modalidad de comercio alimenticio.
También está insertado en ese modelo de gestión el mercado El Platanito y poco a poco han ido incorporándose más negocios.
El director de la Unidad Empresarial de Base de Acopio Baraguá, Ariel Nieves Concepción, reconoció que de esta manera habría más rapidez en el pago a los productores, una problemática que venían denunciando desde hace tiempo, y mayor “variedad y calidad” de alimentos para el pueblo.
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Sin embargo, los cubanos de Ciego de Ávila lo que piden es que la dictadura les garantice la distribución de viandas, frutas, vegetales, hortalizas y granos, a precios accesibles, ya que sufren por la escases de alimentos y después del mal llamado ordenamiento monetario, ha sido peor la situación.
La provincia de las Tunas también comenzó a probar este nuevo método de ventas para liberarse de Acopio, sin embargo, los consumidores han tenido quejas, exigiendo que bajen un poco más los precios, porque de igual manera no les alcanza para comprar los alimentos.
Redacción Cubanos por el Mundo