La salud del sacerdote yoruba y preso político Loreto Hernández, secuestrado por el régimen castrista tras las históricas manifestaciones del 11J, se deteriora conforme pasan los días dentro de la cárcel.
Recluido en la prisión de Guamajal, en la provincia de Villa Clara, familiares de Hernández contaron a Radio Martí que además de que la salud del preso político se debilita, dentro del recinto penitenciario no hay ni atención médica ni medicamentos.
“Recibí una llamada telefónica donde él me explica que la comida que le están dando dentro de la cárcel le está haciendo daño. Padece de diabetes, y debido a eso tiene los pies hinchados. Su salud se está deteriorando y no hay medicamentos ni atención médica en esa prisión”,
dijo su hermano.
Asimismo, el denunciante indicó que el sacerdote yoruba prácticamente “se está arrastrando” dentro de la cárcel debido a las dificultades que tiene para caminar.
De igual manera, el hombre exclamó que su hermano ya cuenta con 51 años y, de no recibir la atención médica requerida para sus padecimientos, “no se va a curar, lo que va es a morirse dentro de prisión”.
Debido al complicado estado de salud del sacerdote yoruba, trascendió que su hijo, Dayron Herández Pérez, está pidiendo a las autoridades del régimen castrista una licencia extrapenal.
“Exijo que se le brinde un tratamiento en un centro especializado, y pido una licencia extrapenal. Responsabilizo al régimen de lo que pueda suceder a mi papá”,
dijo Dayron Hernández.

Cabe recordar que Loreto Hernández fue detenido unas jornadas luego del estallido social que aconteció en julio de 2021, donde su esposa, Donaida Pérez, también fue víctima de represión de los esbirros castristas.
En más de una ocasión, familiares de Hernández han denunciado los maltratos y las terribles condiciones que sufre el preso político dentro de las mazmorras de la dictadura.
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Redacción de Cubanos por el Mundo