Lo que el mismo autor definió como “el delirio de un hombre hambriento y hastiado” ha sido publicado en Facebook, por pura catarsis.
Así lo considera Austin Llerandi Pérez, un habanero que ha empleado las redes sociales para desahogarse, debido a las penurias que se viven en la Isla.
“Este post es solo el delirio de un hombre hambriento y hastiado, que no quiere ayuda, porque prefiere lidiar con su hambre él solo, que vivir de la caridad humana”, dice.
Antes de echar a andar su manojo de letras y revelar cómo sobrevive un profesional en la Cuba del ordenamiento, Llerandi Pérez hizo algunas aclaraciones.
Primero, que su texto no es para pedir ayuda; segundo, que no pretende criticar al gobierno; y tercero, que nadie lo financia para hacer semejante publicación.
“No me digan que el arroz me lo mandó la CIA. No tengo antecedentes penales. No me financia nadie. No estoy desacreditando al Gobierno. La realidad es objetiva: hoy voy a almorzar y comer arroz blanco. Y rezo porque el arroz blanco dure bastante, dado que faltan casi dos semanas para mi cobro.”
El joven es un Licenciado en Español y Literatura, uno de tantos profesionales que mal-vive en el país donde un cantinero o un bicitaxista probablemente ganen más que él.
De sus tres acotaciones, lo de dejar claro que nadie lo financia es lo más sensato y creíble, pues Facebook se ha convertido en un muro de los lamentos.
Amelia Calzadilla se ha convertido en la voz e inspiración de todos los @Cubanos por el Mundo https://t.co/BuYAnHteHW
— Cubanos por el Mundo (@Cubanoselmundo) June 17, 2022
Ahí está el ejemplo de Amelia Calzadilla y de tantos que, celular en mano, le cantan las cuatro verdades al régimen del dictador Díaz-Canel.
Pero, que no pretenda criticar al “gobierno”, no parece y cada fragmento de su carta, plegaria, o lo que sea, es una fuerte crítica a la dictadura.
“El día ha llegado: no tengo nada que cocinar, salvo arroz blanco. Ni dinero para comprar alimentos, tampoco”, dice.
En los finales de su publicación, relaciona un listado de precios, que ni un Licenciado como él pudiera costear con su mísero salario.
“Ningún cubano trabajador, como yo, debería de mendigar alimentos, o cualquier otra cosa”, añade en su post.
El clamor de una monja cubana: “este pueblo sangra desde el corazón y muere día a día” https://t.co/Iax0PI8fFX a través de @cubanoselmundo
— Cubanos por el Mundo (@Cubanoselmundo) June 21, 2022
Cubanos por el Mundo comparte íntegramente el conmovedor escrito, porque un profesor de Español y Literatura sabe que no se pueden sacar frases de contexto.
Pero lo que también conoce este (otro) cubano hambriento y hastiado, es que existe el lenguaje intencional o implícito, y sus letras, quiéralo o no, son una denuncia contra el régimen socialista, contra el hambre, la opresión y la miseria.
Redacción Cubanos por el Mundo