Ana Rosa Valdés es la madre cubana que relató mediante una entrevista al medio independiente CubaNet el injusto encarcelamiento de su hijo, Carlos Paúl Michelena Valdés, condenado a 10 años de prisión por grabar las protestas que se reportaron el 12 de julio en la barriada habanera La Güinera.
Según la información suministrada por la mujer, el 12 de julio, su hijo se encontraba en la panadería donde laboraba y justo a la hora del descanso decenas de cubanos empezaron a manifestarse contra el régimen, y fue entonces cuando empezó a grabar lo que ocurría.
Ana Rosa contó que, detrás del joven, llegaron varios oficiales boinas negras que lo golpearon “al punto de romperle el tabique y la cabeza”, por lo cual fue trasladado a un hospital y luego llevado a prisión.
“Ahora cumple una pena de 10 años por sedición, atentado y desorden público, aunque nada de eso lo probaron en el juicio. Lo único que tenían en su contra fue ese videíto, y que supuestamente estaba cerca de los cabecillas de las protestas”, contó la mujer.
Madre cubana denuncia que el juicio de su hijo fue manipulado
Esta madre cubana denunció que, el juicio contra su hijo, fue manipulado. “El veredicto llegó 30 minutos después de terminar. Eran 19 casos los que allí se analizaron”, por lo cual ahora se pregunta; ¿Cómo es posible que solo necesitaran 30 minutos para deliberar sobre la vida de 19 personas?.
Tras el injusto encarcelamiento de su hijo, el estado de salud de esta madre cubana se ha visto afectado, según contó, este año ha estado en el policlínico muchas veces, debido a que tiene la presión descompensada y le han salido ronchas en el cuerpo producto del estrés.
“El médico me manda pastillas para los nervios que no hay. Todo el tiempo ando alterada y de mal humor”, afirmó.
Por otra parte, la antillana aseguró que, es un difícil trabajo conseguir los alimentos y productos personales que necesita su hijo en la prisión, puesto que, el salario en Cuba no alcanza “para nada”.
“Mi hijo solo me tiene a mí, su papá está encamado con un cáncer terminal y no le he dicho el resultado del juicio, ni lo haré. Él está muriendo y no merece pasar el tiempo que le quede sufriendo más aún. Su papá es internacionalista, peleó en Angola. De hecho, aún tiene un pedacito de un proyectil en la espalda. Hasta el año pasado, estuve participando activamente en todas las tareas tanto políticas como culturales de mi trabajo y barrio, pero ya no quiero saber nada de eso. Abrí los ojos”, aseguró Ana Rosa Valdés.
Redacción de Cubanos por el Mundo