El presidente de Rusia Vladímir Putin le envió al régimen castrista 700 mil barriles de combustible que habían sido rechazados por occidente.
El buque cisterna que transportaba fuel oil ruso llegó a Cuba, al puerto de Matanzas, a unos 100 kilómetros al este de La Habana, transportando suministros para las centrales eléctricas de la isla, al mismo tiempo que fue una salida para Rusia, para sus productos rechazados por occidente.
El propósito de este cargamento de combustible sería para las termoeléctricas cubanas que están paralizadas, situación que ha generado extensos apagones en la isla provocando protestas de cubanos cansados de vivir en medio de la miseria sin electricidad y sin alimentos.
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Sin embargo, según el reporte de Infobae, los expertos explican que el problema eléctrico de la isla no se soluciona solo con combustible sino con una modernización y mantenimiento a las termoeléctricas que tienen años de abandono y falta de inversión, pero el régimen castrista es incapaz de ocuparse de eso.
La tensa situación con los apagones y el disgusto de los cubanos mantiene al régimen alerta, tratando de justificar su ineficiencia para evitar que el pueblo se levante en su contra como lo hizo la semana pasada por este tema. Así como también mantiene desplegados a sus policías en las calles para reprimir cualquier protesta.
La Unión Eléctrica de Cuba, todos los días emite comunicados, con una nueva excusa para los apagones y con el balance de las termoeléctricas que permanecen dañadas en la isla.
Es importante mencionar que el cargamento llevado desde Rusia, tiene un valor de unos 70 millones de dólares a precios de mercado.
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Redacción Cubanos por el Mundo
