Los destinos turísticos que ha frecuentado la reportera Elizabeth Cánova en nada se parecen al Marianao que intentó presentar como paraíso.
Su reportaje ya se ha hecho viral en Internet a modo de memes, montajes, tuits, videos y parodias.
Lo que llama la atención, de primer momento, es que una televisora oficial de un país, se preste para publicar semejante mentira.
Lo otro, es que la propia joven no tiene en sus cuentas de Instagram o Facebook ninguna imagen del “paraíso” que intentó mostrar en su nota.
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El mundo irreal, idílico y paradisíaco que intentó colar el Canal Habana con este reportaje, dista muchísimo de la realidad cubana.
Ni apagones, ni colas, ni protestas por la escasez, ni actos de repudio a los disidentes, ni hospitales colapsados o pésima atención médica. Todo es color de rosas.
Se reafirma la falta de credibilidad de la televisión estatal con espacios que, más que ser serios, terminan por convertirse en humorísticos.
Qué son el “Menticiero” (Noticiero) Nacional de Televisión o el propagandístico Con Filo, si no un momento de risa en los hogares cubanos.
Las entrevistas hechas por la reportera son solo un material entre decenas de reportes periodísticos que, diariamente, están en la programación de los telediarios castristas.
Según la descripción del reportaje en Youtube, se trataría de una nota que reúne “el criterio de los pobladores del municipio Marianao respecto al proceso de transformación social que se lleva a cabo en esta localidad”.
¡Comiquísimo!
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Es por eso que los cubanos bromean con el Menticiero y ponen debajo un saco o un caldero para “recoger” las viandas que solo se ven en ese noticiario.
“Todos quieren vivir en el Noticiero, ahí no falta nada, no hace falta dinero”, dice el fragmento de una canción del trovador Carlos Varela.
Algunos destinos turísticos de Elizabeth Cánova. Eh, ¿y Marianao?
El Cairo, Egipto, Panamá y otros destinos turísticos aparecen en las cuentas personales de Elizabeth Cánova, autora del mencionado reporte.
Ella, además de posar junto al asesino Che Guevara, se le ve lo mismo en las Pirámides de Egipto, que navegando por la Bahía de La Habana o de compras en Panamá.
“Soy la capitana de un velero loco”, dice la joven en uno de los comentarios en la red social Facebook.
Su reportaje de Marianao-Paraíso debió ser aprobado, revisado y visionado por los directivos del Canal Habana, contentos por quedar bien con sus amos.
¿ Por qué si ella ama tanto a La Habana y es testigo de esa “transformación social”, por qué no deja evidencia gráfica de aquello?
Los periodistas son peones de la dictadura, pero en medio de tanta opinión favorable y poco creíble, debió insertar algunas críticas, lo cual ni siquiera hizo.
Peca entonces, además de mentir, de ser poco profesional e irrespetarse a sí misma, pues sabe que esa no es la realidad cubana actual.
Para distanciarse de tanta mentira, tanto descrédito del periodismo cubano y tanta obstinación, va de paseo a donde se le presente, muy lejos del Marianao idílico que intento mostrar.
Redacción Cubanos por el Mundo
