La presa política Angélica Garrido, secuestrada por el régimen castrista por su participación pacífica en las protestas del 11J del año pasado, está encerrada en una celda de castigo.
Así lo denunció el pasado fin de semana su esposo, Luis Rodríguez, a través de un mensaje en redes sociales, donde especificó que la presa política está “en la celda más pequeña y áspera de todas”.
“Allá, donde la ciudad se toma un descanso, está la prisión de mujeres; y dentro de ella, en la celda más pequeña y áspera de todas, semejante a un agujero que se abrió en la piedra para encerrar a una bestia; en ella, está encerrada Angélica”, escribió Rodríguez.
Trascendió que la mujer lleva más de 45 días dentro de ese agujero, sufriendo las peores condiciones posibles sin haber cometido ningún delito, tal y como pretende hacer creerlo la cruel dictadura castrista.
“El artículo 138, inciso (e) del código penal dice, “que no puede estar ninguna mujer en semejantes celdas de CASTIGO por más de 10 días; ella, lleva más de 45, dentro de aquel agujero infernal”, acotó.
La situación que enfrenta esta presa política dentro de las mazmorras del régimen es tal que, el pasado mes de agosto, sufrió la parálisis de la mitad de su cara, producto del estrés que le provocaba el incesante acoso por parte de las autoridades carcelarias.
Posteriormente, junto a su hermana, María Cristina Garrido, y la activista Lizandra Góngora, también secuestradas tras las protestas del 11J, decidió plantarse en huelga de hambre en aras de reclamar por una libertad que nunca debió perder.

Como se recordará, Angélica Garrido fue sentenciada a tres años de privación de libertad por el aparato de injusticia de la isla. Su hermana sufrió un castigo aún más severo, con una condena de siete años de cárcel.
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Redacción de Cubanos por el Mundo