Aquellos que pensaban que el tal Max Barbosa había desembarcado con su cara dura en Miami en modo solano, dispuesto a rallarse la zanahoria todos los días, y pelarse la palma de la mano con tanta cantuapa, se equivocaron. El joven que se dice periodista, viajó acompañado de su parejita: Laura Patricia Ruiz Ledón.
Pido perdón si me demoré en traerles la noticia de que Laura Patricia Ruiz Ledón estaba en los Estados Unidos; pero el caso es que viajé a un evento la pasada semana y agarré el COVID en el vuelo de regreso.
De manera insospechada por mí, fue allí donde me enteré que el baboso, perdón, el Barbosa, había viajado de Cuba a México en misión “oficial”. También a un evento; aunque no con pasaporte rojo. No. No creo. Eso hubiese sido demasiado.
Con lo que sí viajó fue con su jevita a cuesta. Que pocas cosas halan más que una yunta de bueyes y Laura Patricia tiene todo lo necesario para poder sobornar amorosamente a un pasmao como Barbosa.
“Tan bruta que es. Duraba menos que un merengue en la puerta del colegio donde quiera que trabajó después de graduada. Tan limitadita ella, la pobre,” dijo en anonimato la misma persona que nos sirvió de fuente para el trabajo de Max Barbosa.
Periodista comuñango fidelista Max Barbosa se va de Cuba
La fuente estudió con ella en la Facultad de Comunicaciones y asegura conocerla del pi al pa.
“Fíjate si es bruta, que repitió el primer año. Y como se hacen todos ellos los “grandes periodistas”. Lo que dan es pena. Esa gente no es ni la suela del zapato de Carlos, ni de Mario, ni de Abraham. En Cuba ni la van a extrañar, porque dentro del periodismo ni hizo ni papa,” agregó nuestra informante.
Según su relato, Laura Patricia Ruiz Ledón “no era comunista hasta que conoció a Barbosa”.

“Compadre, yo quisiera que tu hubieras visto a esa gente el 27 de Noviembre frente al Ministerio de Cultura. Esa gente se infiltró fula en el 27N. Se les veía a la cara la pinta de meta. No andaban con nadie. No gritaban una consigna. No cantaban una canción. No echaban un aplauso. Lo único que hacían era mirar, tirar fotos y tomar notas. No tanto ella como él.
“Esa muchacha, Laura Patricia Ruiz Ledón, trabajaba en Bohemia. Y no es que trabajar en Bohemia te haga chivata ni nada de eso. En Bohemia trabajó Mónica Baró, que es de las que más denuncias hace; pero esta muchacha, y el Barbosa, nunca denunciaron ni los mosquitos cuando los picaban.
“Laura Patricia Ruiz Ledón antes estaba en el Alma Mater. Ella también era del piquetico de Armandito Senén, que ahora está cogiendo dinerito rico y comida en la tienda esa donde está.
La fuente, contactada ahora vía Whatsapp añade de Laura Patricia Ruiz Ledón:
“Ella era, supuestamente, amiga de los muchachos de El Toque que la Seguridad del Estado quemó. A los que tienen regulados. ¿Tú la viste denunciar algo? ¿Apoyarlos? Así la vi yo. Hizo igualito que Barbosa. Se metió la lengua en las nalgas y miró para el otro lado.
“Pero te digo más. Esa muchacha en la Facultad nunca dijo ni Ji. Era intrascendente por completo; pero ella siguió por ese camino por culpa de Max. Imagínate.
“Laura Patricia Ruiz Ledón no era comunista. Al contrario, le gustaba todas las cosas del capitalismo. Fan a ellas. A las cosas materiales. Era fan a la pacotilla, pero cuando se empató con Max, cambió. Se “integró” más.


“De pronto la veías en Facebook compartiendo cosas contra el bloqueo. ¡Y de fotógrafa! ¡Dime algo!

“Y ahora la veo hablando de “nuevas luces” y que “hacia donde hayan luces” ella va… ¿quién tú eres? ¿Cándida Fabré? Mira,… eso me da una rabia. ¡Y el Galano dándole LIKE! Hacièndose la del arbolito de Navidad con electricidad.
“Eso lo que es es tremendo descaro. Esa gente… ¿qué miedo creíble ni un coj… van a argumentar ante el juez de Asilo Político? Estoy seguro que se agarraron a que son periodistas para decir que los persiguieron en Cuba; que salieron el 11 de julio. Te digo yo a ti que todo eso es mentira.
“A esa gente nunca les tocaron un pelo,” concluyó diciendo la fuente.