Reconocido como el tipo más chismoso y bretero del Universo, capaz de echar pa´lante hasta su madre, Juvenal Balán, fotógrafo del diario Granma fue “homenajeado” este sábado con una entrevista en el propio medio oficialista, vocero de las mentiras y propagandas del Partido Comunista de Cuba.
Juvenal Balán, uno de los que más ha colaborado durante años con el engaño reiterado por parte de la dictadura castrocomunista al pueblo de Cuba, se reveló en la entrevista como lo que es: un auténtico halalevas.
Ya en alguna ocasión su nombre apareció por aquí, en un artículo del cual rescataremos algunos puntos importantes.
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En esta otra entrevista del Granma, Juvenal Balán prácticamente se describe como un gran profesional de la prensa; un revolucionario y combatiente. Sin embargo, sus “facetas” van más allá. Quienes han trabajado con él en el diario Granm lo conocen muy bien.
Yo no lo conocía bien cuando entré al Granma, pero el difunto Luis Toca sí, y es una lástima que esta entrevista que le hiciera el Granma, no cubriera esos otros aspectos de la personalidad de Balán, entre los que pudiera destacar por ejemplo, cómo “debatía” con el difunto Lázaro Barredo sobre las féminas que trabajan en “el Yate”. Según el difunto Toca, Barredo confesaba todas sus “andanzas”, y era frecuente entre los dos hablar con el más absoluto desprecio hacia sus colegas mujeres, contándose entre ambos cuentos íntimos; de esos que se suelen llamar “de alcoba”.
Tanta era la amistad entre ellos, que el indeseable de Lázaro Barredo lo puso de Jefe de Información en el Granma una ocasión, sin que Balán supiese redactar una línea.
Un ex trabajador del Granma afirma que Juvenal Balán ” (…) como persona no es malo, pero tiene alma de chicharrón. Si un jefe le dice que se la mame, él va y se la mama, sin líos”.
“Ahí él lo cuenta todo. Esa es su vida. Y sí, es cierto que era yunta fuerte del difunto Lázaro Barredo. Pero no solo de él. Juvenal Balán fue hombre de confianza de Frank Aguero y de cuanto director ha tenido el Granma. El és chicharrón a morirse; chivatón e informante de cuanto jefe te puedas imaginar.”
Juvenal, se sabe, es de los que dice una cosa por aquí y otra por allá. De los que les gusta crear estados de ánimo para informar luego lo que se dice. De los que informa todo lo que se entera. De los que, cuando se acerca un viaje al extranjero, empieza a rodar las bolas para que tumben al que tiene chances de viajar.
Fue él quien echó para alante, en el 2020, a Oscar Sánchez Sierra ante Yailín Orta, actual directora del Granma. Un individuo que se las da de honesto, fiel, de hombre con principios, pero como explicara en un artículo el 29 de diciembre del 2020 “no hay en toda la prensa cubana alguien más adulón, servil y chivato que él.”
Por ese entonces ostentaba el título del individuo más guatacón en la prensa en Cuba.
Todavía Juvenal Balán ostenta “el récord” de ser el plus ultra de la guataquería en la prensa cubana.
Durante años le fue infiel a su esposa con con la periodista de Bohemia, Vladia Rubio. ¡Así que fíjense si es deshonesto este tipo!
Pero es sin dudas, su chicharronería, lo que lo ha hecho descollar entre los jefes. Gracias a su lengua, terminó viviendo en el edificio de Fama y Aplausos; apartamento que ha “agradecido” en las redes sociales “combatiendo” al “enemigo”.
Este crítico feroz de los medios independientes, que ahora el Granma intenta “vendernos” como un tremendísimo tipo, es muy mala persona.
Quien lo dude que le pregunte a Oscar Sánchez Serra, Subdirector del diario Granma, que erróneramente creyó que Juvenal era su amigo y terminó en la oficina de Yailín Orta, acusado de sembrar discordias en la redacción del Granma.
