Los tabacaleros de Sancti Spíritus enfrentan una situación crítica, con solo 794 hectáreas contratadas para la próxima campaña de siembra, lo que representa un 35% del plan oficial que contemplaba 2,260 hectáreas.
Esta cifra refleja una caída significativa en la producción de una de las principales regiones productoras de tabaco en Cuba, quedando muy por debajo de las metas impuestas por el régimen.
Según un informe del periódico castrista Escambray, la siembra de semilleros comenzó en septiembre, y las plantaciones están programadas para iniciarse en octubre. Las autoridades agrícolas de la provincia han comprometido la cosecha de 2,569 toneladas de tabaco, con un rendimiento estimado de 1.1 toneladas por hectárea.
Sin embargo, hasta mediados de agosto, apenas se había alcanzado un tercio de la superficie contratada, lo que reduciría la producción a 948 toneladas, un crecimiento insignificante en comparación con la campaña anterior.
Isidro Hernández Toledo, director agrícola de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco de Sancti Spíritus, explicó que en las últimas tres cosechas la producción de tabaco bajo la modalidad de “sol en palo” ha disminuido considerablemente.
El funcionario comunista señaló que el retraso en la contratación de la nueva campaña se debió a la espera de incentivos para los productores, quienes exigían el pago en dólares en lugar de pesos cubanos, una demanda que fue aprobada parcialmente en Moneda Libremente Convertible (MLC).
Sin embargo, la propuesta del régimen no ha sido bien recibida por todos los productores. El pago dependerá de la calidad de la hoja y se realizará a través de un mecanismo que incluye la compra de divisas, aplicando un 2% al valor de las clases de tabaco, después de deducir los costos de importaciones y productos nacionales en MLC.
Además, los agricultores deben cumplir con los planes de siembra contratados y alcanzar un rendimiento mínimo de 1.2 toneladas por hectárea en tierras irrigadas y una tonelada en terrenos secos.
En marzo de este año, los tabacaleros espirituanos cerraron la campaña de siembra con apenas el 49% del área planificada, lo que impactó principalmente la modalidad de sol en palo.
La falta de combustible para preparar la tierra y la baja rentabilidad del cultivo fueron las principales causas de esta disminución en la producción.
El régimen comunista ha sido criticado por su falta de apoyo a los vegueros, especialmente considerando que la exportación de tabaco torcido genera ingresos significativos para el país.
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Redacción Cubanos por el Mundo
