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La beca de Lester Hamlet: entre la controversia y las dudas sobre si la merece o no
La selección de Hamlet ha generado polémica sottovoce entre gente del gremio cinematográfico en Miami, no tanto por sus méritos artísticos, sino por las condiciones bajo las cuales esta beca es otorgada.
La Mellon Fellowship , según los requisitos publicados para el otorgamiento, está dirigida a académicos, artistas y periodistas cuyas vidas corren peligro en sus países de origen, lo que ha llevado a algunos a cuestionar si Hamlet realmente cumple con estas condiciones.
Una de las fuentes, indignada por su nombramiento, declaró que “Lester tuvo que haber dicho tantas mentiras” para poder acceder a esta beca, aludiendo a que se trata de una distorsión de la realidad para justificar su estatus como un “erudito en riesgo”.
Esta beca, según la misma fuente, está diseñada para proteger a intelectuales cuya libertad de expresión y seguridad física están amenazadas, proporcionando no solo apoyo académico, sino también la posibilidad de llevar a sus familias fuera de situaciones de peligro.
Según las reglas del programa para 2025, se espera que los becarios actualicen su situación de riesgo para determinar si pueden regresar a sus países de origen o si deben seguir bajo la protección del programa. En el caso de Hamlet, las voces críticas sostienen que el cineasta está aprovechando esta narrativa para asegurarse su estancia en Estados Unidos y continuar su carrera lejos de Cuba, aunque allá nunca enfrentaría una amenaza real en la isla.
Además, estas voces críticas consideran que su nombramiento es una afrenta para los verdaderos artistas cubanos que han sido perseguidos y censurados, y que, en muchos casos, han tenido que emigrar sin acceso a este tipo de beneficios. Aunado a esto, resaltan que Hamlet ha sido en el pasado una figura alineada con sectores del gobierno cubano, lo que despierta aún más sospechas sobre la veracidad de su “persecución” en la isla.
¿Cómo fue que obtuvo la beca?
La fuente señala que lo que Lester Hamlet presentó como testimonio de que era una persona perseguida en la isla fueron “los artículos que escribieron a su llegada ADN, Cibercuba, etc. y etc.”, surgidos todos a raíz del testimonio dicho por él de que lo habían llamado del ICAIC para amenazarlo y que el ICAIC incluso desmintió.
Pero, ¿hubo tal amenaza? ¿Cómo sucedieron los hechos?
La fuente señala que meses antes de Lester Hamlet salir de Cuba, estuvo indagando por la Ley de Ajuste Cubano y el proceso de pedir Asilo Político en la frontera. Una vez que tuvo todo más o menos claro, llamó a su amiga Sandra a México y le dijo que no aguantaba más – su situación en ese momento tras dejar de ser el preferido de Lis Cuesta – y ella le dijo que le ayudaría.
“Lester necesitaba el pasaporte oficial. Así que Sandra, que es uña y carne con él, le expidió una especie de Carta de Invitación, que en realidad era una invitación para participar en un programa de la Televisión en México; pero ese programa no existía ni existió. En la carta pusieron que el programa se llamaba “Isla Residente”, señala nuestro informante.
Así con el pasaporte oficial, Lester salió de Cuba.
“El mensaje al que él aludió como “amenaza del Icaic”, fue un intercambio de mensajes vía Whatsapp con Albertico, el funcionario de Relaciones Internacionales, que es el que tramita esas cosas en el ICAIC. Alberto lo llama un miércoles y le pregunta si ya él había llegado, porque su “Carta de Invitación” (y permiso dado por el ICAIC) era hasta el miércoles.
“Oye, acuérdate que tu carta era hasta el miércoles. ¿Ya estas aquí? Si estás pasa para que me devuelvas el pasaporte” , le escribió en un mensaje Albertico a Lester Hamlet.
“No estoy. ¿Qué puede pasar si me quedo?, ” le contestó Lester al funcionario.
Según nuestra fuente, Albertico solo se limitó a decirle que se podía meter en un problema cuando fuera a regresar, pues el permiso le había sido otorgado hasta una fecha determinada.
“Albertico es un funcionario. No es un represor. Solo se limitó a decirle lo que le hubiese dicho a cualquiera: que si salió con el pasaporte oficial, tenía que devolverlo,” añade la fuente.
“En ningún momento se le dijo que tenía prohibido entrar a Cuba. La “amenaza” es que al él haber salido en un viaje oficial y extenderse del tiempo, al entrar por la frontera iba a saltar la alarma en Inmigración. No en el Icaic. No en el Ministerio de Cultura,” precisó.
“El propio Ministro, salió a decir en un tuit que Lester no tenía problemas para regresar a Cuba; pero Lester dijo eso, los medios le creyeron y salieron detrás de esa mentira,” confirma la fuente.
La otra fuente consultada asegura que el asunto del Lester “perseguido” le resultó muy extraño y agrega:
“Lester Hamlet tenía los privilegios que pocos tenían en el ICAIC . Samada – se refiere a René Samada ex director del ICAIC – le asignó una oficina, carro, chofer y combustible; un trato que no recibieron en vida ni los cineastas más renombrados de Cuba, como Humberto Solás , Titón (Tomás Gutiérrez Alea) o Juan Padrón .”
Estos beneficios sugieren una estrecha relación de confianza con las autoridades cubanas, algo que muchos consideran contradictorio con su actual narrativa de persecución política.
La propia fuente señala que Lester Hamlet era de toda la confianza del aparato, que incluso lo premió nombrándolo Director del Festival del Cine Pobre de Gibara.
“Eso no se lo dan a cualquiera. Eso lo dan por méritos y por confianza,” apuntó.
Y añade.
“Fíjate quién es Lester Hamlet, que cuando la censura a la película de Carlos Lechuga, Santa y Andrés , un grupo de cineastas y figuras del cine reconocidad a nivel nacionar e internacional, entre las que si mal no recuerdo estaba Andy García, se escribió una carta contra la censura a la película. Lester la firmó un viernes, y el lunes llamó al que estaba encargado de la recogida de firmas, que es el cineasta Eliécer Jiménez Almeida, para que quitara su firma de la carta”, aseguró.
Aquí el documento antes de que Lester Hamlet retirara su firma.
“Para que tengas una idea de quién estoy hablando. Lester Hamlet fue el cineasta escogido por la Seguridad del Estado para filmar la gira de Silvio Rodríguez por las prisiones,” terminó diciendo.
Estas revelaciones han generado dudas sobre la legitimidad de su situación como “artista en riesgo” y su uso de los medios para presentar una versión conveniente de su historia.