La cafetería Cortadito, inaugurada recientemente en el 400 N. 18th St. en Kansas City, Kansas, se ha convertido en un punto de encuentro para amantes del café y nostálgicos de la cultura cubana.
El negocio, liderado por Gómez y su esposo, Karell Martínez, un refugiado político de Guantánamo, no solo ofrece sabores auténticos, sino que también cuenta la historia de la lucha por la libertad de los cubanos a través de elementos decorativos como las “libretas” de racionamiento enmarcadas.
Desde su apertura, Cortadito ha atraído una afluencia constante de clientes, incluyendo miembros de la creciente comunidad cubana en el área.
“Hay una gran, gran comunidad cubana ahora en Kansas City”, comentó Gómez, quien destacó que muchos visitantes se emocionan al redescubrir los sabores de su tierra natal.
La llegada de inmigrantes cubanos a Estados Unidos, impulsada por la mayor ola migratoria en la historia de la isla, ha transformado la demografía de ciudades como Kansas City.
Sin embargo, la oferta de restaurantes cubanos en la zona sigue siendo limitada, con algunos establecimientos como La Cubana y Romeito, y la recién inaugurada Pizzería Cubana de Posada, que además provee pan para Cortadito.

Los pisos de madera crujen bajo los pies de los clientes mientras atraviesan el acogedor espacio decorado con una bandera cubana y se acercan a la barra de granito.
Desde allí, Nubia Gómez les da la bienvenida con un cálido “Buenos días” y prepara con destreza un cortadito, la clásica bebida cubana que da nombre al local.
Cortadito no solo destaca por su autenticidad, sino también por llenar un vacío en la escena cafetera de Kansas City, Kansas.
“Hemos recibido un gran apoyo de la comunidad”, comentó Gómez. Vecinos de los alrededores ya han prometido convertirse en clientes regulares, disfrutando de café y un espacio que refleja la riqueza cultural de diversas comunidades.
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Redacción Cubanos por el Mundo