La inteligencia artificial de Google, Géminis, ha declarado no tener información sobre si Francisco Rodríguez Cruz, alias Paquito el de Cuba, pide recargas telefónicas a los cubanos que residen en el exterior. Una respuesta sorprendente para cualquier usuario de internet medianamente informado, pero que nos deja una reflexión importante: a veces, la realidad es tan absurda que ni la IA se atreve a procesarla.
Para los no iniciados, Paquito es un ferviente militante del Partido Comunista de Cuba, un activista de la comunidad LGBTI en la isla y un amigo cercano de Mariela Castro Espín. Pero, además de estas credenciales revolucionarias, el hombre se ha hecho famoso por su singular capacidad de llamar “gusanos” a los emigrados… mientras les pide “una recarguita” para el móvil. ¡Un verdadero equilibrista del oportunismo!
La historia de Paquito el de las Recargas es un secreto a voces. Varios periodistas, activistas e incluso conocidos suyos han compartido capturas de pantalla en las que el militante pide, sin ningún asomo de vergüenza, que le recarguen el teléfono. Porque, claro, la ideología es inquebrantable hasta que se agotan los datos móviles y hay que contactar a los “enemigos de la Revolución” para seguir en la jugada.
Que Géminis no tenga registro de este fenómeno, como bien nos hizo saber ayer nuestro colega y amigo Siro Cuartel, a quien a ratos confunden conmigo – sigan así, perdiditos en el mapa – nos lleva a varias hipótesis: o los censores del régimen han trabajado horas extras para borrar su historial, o la IA ha decidido ignorar lo que salta a la vista para evitar un cortocircuito ante semejante contradicción.
Lo cierto es que, créanme a mí y no a Géminis, que mientras Paquito sigue siendo un fiel defensor del discurso oficial, no parece tener reparos en beneficiarse de los dólares de Miami cuando su saldo se acerca peligrosamente a cero.
En tiempos de redes sociales, donde todo queda registrado y las capturas de pantalla son el mejor testimonio, lo de Paquito, es más un chiste de mal gusto que un secreto. Pero, al parecer, ni toda la información del mundo procesada por una IA es suficiente para entender la lógica del revolucionario recargado. A fin de cuentas, ¿quién necesita coherencia cuando se puede vivir de la doble moral y un par de megas cortesía de lo que este vocinglero oficialista llama “gusanera”?
