El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, figura central del uribismo y fundador del Centro Democrático, emitió sus primeras declaraciones públicas tras la absolución dictada por el Tribunal Superior de Bogotá, que lo declaró inocente de los cargos de soborno en actuación penal y fraude procesal.
En un breve, pero emotivo mensaje desde Rionegro, Antioquia, el exmandatario colombiano enfatizó su integridad durante el proceso y extendió un llamado de unidad nacional, mientras la decisión judicial, que revoca una condena previa de 12 años de prisión domiciliaria, abre especulaciones sobre su rol en las elecciones legislativas de 2026.
En su intervención ante los medios, Álvaro Uribe, de 73 años, comenzó agradeciendo a Dios, a su familia y a su equipo legal, liderado por los abogados Jaime Granados y Jaime Lombana: “Gracias a Dios, a mi familia, a mis abogados y a todos los que han estado conmigo en este proceso”.
Luego, dirigió un mensaje directo a la nación: “He dicho la verdad a mis compatriotas”, reiterando su convicción de que el caso fue un “montaje histórico” impulsado por opositores políticos.
Expresó solidaridad con figuras implicadas como su exabogado Diego Cadena, condenado a siete años en primera instancia, y el magistrado Álvaro Hernán Prada, deseando que “rápidamente puedan superar sus dificultades”.
Álvaro Uribe también aludió a la independencia judicial frente a la interferencia política: “La justicia debe mantenerse independiente de la política”, en un guiño a las tensiones con el gobierno de Gustavo Petro, quien ha sido criticado por el uribismo por supuestas presiones en el proceso.
Cerró con una plegaria personal: “Pido providencia para luchar por el pueblo colombiano”, una frase que resuena en el contexto de su posible candidatura al Senado en 2026, ahora sin restricciones legales.
Cabe recordar que, el fallo, emitido en segunda instancia el 21 de octubre, desmontó la sentencia de primera instancia proferida por la jueza Sandra Liliana Heredia en agosto pasado, al concluir que no se demostraron pruebas suficientes en la supuesta manipulación de testigos.
Además, se declaró ilegal la interceptación telefónica de 2018 a Uribe, por error en la orden judicial, violando su derecho a la intimidad.
El colapso de la acusación se debió a una insuficiencia probatoria contundente, ya que la Fiscalía fue incapaz de presentar evidencia directa que vinculara al exmandatario con las conductas delictivas imputadas.
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Redacción Cubanos por el Mundo