Ariel Glaria Enriquez
HAVANA TIMES — El martes 5 de enero en la parada de guaguas de Prado y Trocadero, justo frente a los Leones de bronce que custodian uno de los tramos del paseo habanero; Cinco jóvenes – dos muchachas y tres varones – discutieron, cerca de mí, sobre las razones de irse o quedarse en Cuba. Entre ellos primo la confianza.
El debate lo inicio una de las muchachas. La nombro muchacha A; a su compañera, muchacha B. A los varones I, II y III.
Muchacha A: Que piensan ustedes de los cubanos varados en Costa Rica. La pregunta deja indiferente a los demás. Yo quisiera que llegaran a Estados Unidos. Insiste. Los otros reaccionan.
Muchacha B: Mi papa piensa que Nicaragua los embarcó y a Estados Unidos no les importa.
Varón I: Yo pienso lo mismo. Pero estoy seguro que van a llegar. A mi padre le cayó muy bien el presidente de Costa Rica. No lo conocía.
Muchacha B: Que va a conocer si aquí solo se habla de los mismos y de lo mismo.
Varón I: Yo me aburro de escuchar siempre lo mismo. Por eso no me interesó en nada y entiendo por qué todo el mundo se va.
Varón II: Todo el mundo no. Yo no me voy a ninguna parte.
Muchacha A: Yo me voy si mis padres se van o por su puesto si me caso con un extranjero. En ese caso lo primero sería sacar a mis padres.
Varón I: Eso lo dices ahora. Con lo que tú me has dicho que te gusta viajar, no creo que te ocupes mucho de ellos.
Muchacha A: Si. Viajar es uno de mis mayores deseos.
Varón III: Se quita los audífonos. Yo si estoy loco por irme.
Varón II: Tu. Que te pasas la vida durmiendo.
Varón III: Yo duermo porque me aburro de no tener nada que hacer. Si algún día logro irme voy A SER la persona que menos duerme. Quizás, por eso, hasta escuches hablar de mí.
Muchacha B: Eso es verdad. Aquí no hay nada que hacer. Yo también por eso duermo mucho. Para mí esto se ha convertido en un país de viejos.
Varón I: Tienes razón. Hogares de ancianos y círculos de abuelos es lo que más hay. A veces pienso que nosotros molestamos. Se vira hacia varón II. Tú no te vas porque tus padres te lo dan todo. Pero eso se acaba.
Varón II: Crean ustedes que la cosa afuera es fácil.
Muchacha A: Yo tengo un tío que volvió de España. Dice que allá no regresa. Aquello es duro.
Varón III: ¿Y esto es blandito? Yo no recuerdo la última vez que desayune con leche. Y todos, en mi casa, trabajan.
Varón II: Es por el bloqueo.
Varón III: O porque no sabemos criar vacas.
Muchacha B y varón I se abrazan y besan. Muchacha A, los interrumpe. La guagua. Todos salen corriendo.
Un viejo, con gorra del equipo Industriales, dijo cerca de mí. Por mí se fueran todos. Asi alcanzarían mejor las cosas.
¿Sabrá, este hombre, lo que dice? ¿Habra otros que piensen como él? Me pregunté.
