Crece el turismo, estatal y privado

Turismo-Cuba1Tomado de Cuba Contemporánea

Decir que los ingresos del turismo en Cuba decrecieron, a pesar del considerable ascenso que registró la llegada de visitantes internacionales en el primer semestre de 2015, resulta, como mínimo, un análisis superficial del comportamiento que ha tenido en las últimas temporadas el sector locomotora de la economía cubana.

Cifras publicadas en días recientes por la Oficina Nacional de Estadística e Información sobre el arribo de turistas a la Isla indican que el aporte de la actividad rondó los mil millones 60 mil pesos convertibles en el primer semestre, lo que -numéricamente hablando- representa una ligera caída (-1,6%) en comparación con igual período de 2014.

Varios medios locales y extranjeros replicaron ese dato, señalando de paso el contraste entre el alza de visitantes y la caída de ingresos, pero pocos han mencionado que ese informe sólo recoge lo aportado por entidades estatales adscritas al Ministerio de Turismo (Mintur).

¿Cómo es posible hablar de decrecimientos cuando para nadie es un secreto que La Habana “está a reventar” por la cantidad de turistas que la visitan, o cuando el país no ha experimentado este año temporada baja? Y más inquietante aun, ¿dónde queda lo que está ingresando el sector particular?

Un semestre en alza…

Alentado en buena medida por el acercamiento entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, el flujo de viajeros al país caribeño no ha dejado de crecer este año a ritmos casi inéditos.

Según datos compartidos por el profesor e investigador José Luis Perelló, de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, de enero a septiembre 2 620 496 turistas arribaron a Cuba, lo que supera en 17,9% lo  registrado en igual lapso de 2014.

De ese total, más del 54% llegó procedente de América del Norte, si sumamos las llegadas desde Canadá (un millón 21 mil), EE.UU. (109 058), y de cubanos residentes en esa región (más de 285 000). Cifras para nada a despreciar en este intento de análisis, porque a diferencia de los canadienses, fanáticos de los resorts de sol y playa Todo Incluido, ¿dónde prefieren hospedarse, comer y divertirse nuestros vecinos?

En el verano (de mayo a septiembre), considerada la temporada baja del turismo internacional en la Isla, el promedio de llegadas aumentó casi 22%. De hecho, no dejaron de crecer en ese período mercados cuya emisión era sólo habitual en los meses de invierno.

Elemento también interesante porque todos esos incrementos tuvieron lugar en un periodo en el que los precios del sector turístico se duplicaron en comparación con los fijados en etapas anteriores. O sea, los extranjeros siguieron viajando a Cuba en el verano y al doble de lo que lo hacían en otros años.

De enero a septiembre de 2015, igualmente ascendió cerca de 15% el indicador turistas-días, mientras que la estancia media fue de 6,9 noches.

Además, la ocupación se comportó al 58% en las instalaciones hoteleras estatales, un estimado que, a juicio de Perelló, continúa siendo modesto, si se tiene en cuenta la cantidad de cuartos existentes en el país (más de 62 mil) y los que realmente se comercializan (92%).

Las cuentas del sector privado

Si bien la actualización del modelo económico cubano ha propiciado una mayor apertura de negocios gestionados por el sector no estatal -dígase trabajadores por cuenta propia y cooperativas-, también el deshielo entre Cuba y EE.UU. catalizó en 2015 una eclosión de nuevas casas de renta y paladares en todo el país, sobre todo en La Habana y los principales polos turísticos.

Según el investigador de la UH, hoy suman 18 742 las habitaciones disponibles en casas particulares, con un confort y servicios casi envidiables por la oferta estatal. Sólo en la capital cubana se contabilizan más de 8 000 cuartos, mientras que Varadero, Trinidad, Holguín y Baracoa cuentan con más de 1 000 cada uno.

En cuentas simples y sin complicar mucho la fórmula, si a un turista sólo el hospedaje por noche en una de esas habitaciones le cuesta, como mínimo, de 25 a 30 CUC, ¿de cuánto dinero estaríamos hablando?

¿Qué hay de los 3 000 mil paladares y restaurantes particulares existentes en el país, donde un trago puede costar de 3 a 4 CUC, y un plato principal de 6 a 15 CUC, en dependencia del lugar, o de si eres extranjero o nacional?

¿Y dónde queda lo que están ingresando bares como Shangri la, Sarao´s, Corner café, La Flauta mágica, Espacios, Galaxia, entre otros muchos lugares que con ingenio han sabido satisfacer segmentos de mercado que la oferta estatal no pudo complacer?

A estas ideas, el profe Perelló adicionó que los estadounidenses que han visitado Cuba durante los últimos cinco años han hecho uso del alojamiento privado en casi todo el territorio cubano. Según estimaciones, al menos el 25% de los que arriban a la Isla se han hospedado en casas particulares.

Esa preferencia puede vincularse, además, al uso de otros espacios y actividades extrahoteleras que ofrece ese sector: renta de autos, transportistas, cafeterías y artesanía, entre otros.

Cierto, no tengo la cifra exacta, pero creo que falta mucho por incorporar a la fórmula, para saber con toda certeza cuánto está ingresando el turismo a la economía del país. Por lo pronto, tendremos que conformarnos con la muy modesta cifra de dos mil millones de dólares al año, aunque ya se sabe que dista mucho de la realidad.

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