Barack Obama y Benjamin Netanyahu han acordado reforzar la ayuda militar estadounidense a Israel, esto pese a las diferencias sobre el acuerdo nuclear con Irán.
Obama insistió en que la seguridad de Israel es una de sus “mayores prioridades” y condenó la ola de violencia entre israelíes y palestinos por el control de la Explanada de las Mezquitas.
Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de alcanzar la paz en la región, para evitar que sigan ocurriendo muertes a manos del estado islámico, así como el incremento de desplazados y refugiados.