Farándula.com-. El potrillo en uno de sus conciertos, ofrecido en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México el pasado viernes, rompió en llanto y el público lo animó con aplausos y gritos para que siguiera adelante. Él siguió cantando Niña Amada Mía y Sin Tantita Pena, y al finalizar comentó: “¡Gracias! No sé si fue por la gripe o un poco porque me haya puesto sentimental, pero pues… todos lloramos alguna vez”.
Alejandro en más de una ocasión agradeció estar vivo después de haber sufrido un accidente automovilístico el pasado mes de septiembre en Guadalajara. Además aclaró el maquillaje de sus músicos en escena, “Se preguntarán por qué estamos maquillados así. Es por nuestras tradiciones. Para nosotros, la muerte es una risa, que por cierto, casi me lleva. ¡La vi cerquita a la huesuda! ¿Y saben qué? ¡Estaba bien guapa! Pero decidí quedarme, porque tenía muchos compromisos aquí con todos ustedes, con la vida y con mis hijos para verlos crecer”.
“Muchísimas gracias a Dios y a la vida por haberme dado la oportunidad de estar vivo y disfrutar de todo esto, de estar aquí arriba en el escenario y poder cantar. Después del accidente he disfrutado más de muchísimas cosas, se me abrieron los ojos. ¡Gracias México, gracias a Dios y gracias a la vida!” agregó.
El hijo de Vicente Fernández comentó que las últimas semanas había padecido laringitis y bronquitis razón por la que le sorprendía poder estar de pie cantando a sus fanáticos.