La organización yihadista suma simpatizantes en repúblicas como Daguestán, donde los movimientos separatistas aún presentes están cada vez más contaminados por el extremismo religioso.
Tras dos décadas de guerra contra la insurgencia islámica sobre todo en Chechenia, Rusia intenta evitar que se agranden los vasos comunicantes entre Dáesh y los islamistas locales a base de operaciones antiterroristas a gran escala que buscan neutralizar a los militantes potencial.
En la localidad daguestaní de Komsomolkoye, cerca de la frontera con Chechenia, las detenciones arbitrarias, los seguimientos indiscriminados y las llamadas intempestivas a quienes figuran en la “lista de wahabíes”,empujan a muchos jóvenes a sumarse a la yihad en Siria.
Es el caso de Rashid Magomedov, que tenía dos hijos. El año pasado lo detuvieron varias veces en operaciones antiterroristas y llegó a pasar dos meses en la cárcel hasta que harto de la persecución se fue a Siria para luchar en las filas de Dáesh. En el reporte de Euronews la historia completa.