En la presentación de la agenda política exterior, Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, criticó la política de diálogo de Barack Obama con el régimen de Castro y demás países que, a su juicio, son contrarios a los intereses norteamericanos.
Según Ryan, la actual política exterior estadounidense no ha jugado su papel en intentar apaciguar a adversarios “en cuestiones vitales de seguridad nacional”. Consideró como “una debilidad” el acercamiento de Estados Unidos a países como Rusia, Irán y Cuba, en detrimento de los objetivos estadounidenses y sus aliados.
Para el congresista, lo que se está poniendo en juego es la influencia y la credibilidad del primer país del mundo, al consentir regímenes criminales, donde los derechos humanos continúan siendo violados.
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“Extendieron una mano abierta a los gobiernos de Cuba, Irán, Corea del Norte, Rusia, Siria y Venezuela, e hicieron concesiones perjudiciales a menudo desde una posición de debilidad (…) han envalentonado a esos regímenes, alienado nuestros aliados, y dejado a Estados Unidos en una posición estratégica más vulnerables”, sentenció.
“Ahora hay que tomar medidas inmediatas para reparar alianzas y asociaciones con todo el mundo y para ser claros acerca de cómo Estados Unidos trata a los amigos y enemigos”, agregó.
Aseveró que como norteamericanos, “No podemos seguir ciegamente el plan de normalización de la administración con la Cuba comunista, un régimen que fundamentalmente se opone a la política de Estados Unidos y que reprime toda una población a sólo 90 millas de nuestra costa”,
“Un primer paso debe consistir en prohibir las transacciones financieras con los militares cubanos”, dijo.
Con información de agencias