Durante años, el abuso de poder en la sociedad cubana se está viendo reflejado en un aumento desmedido de la violencia, especialmente en jóvenes que están expuestos a este comportamiento por parte de los más adultos.
De acuerdo con un reportaje del diario CubaNet, en la cuba comunista se registra, casi a diario, riñas, arrebatos, robos, rencillas, motivos pasionales, que ocurren en cualquier lugar o momento sin importar las personas presentes.
Los sitios más comunes son durante actividades festivas o recreativas, en áreas públicas y de expendió de cerveza.
Un camillero de la sala de urgencias del Hospital Provincial de bayamés asegura que los fines de semana siempre hay muco trabajo en la sala de urgencias, ya que llegan muchos heridos y en ocasiones deben atenderlos en los pasillos porque el hospital no se da abasto.
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“Las noche de fines de semana son las peores, no paran de llegar heridos y en ocasiones hay que atenderlos hasta en los pasillos”
El régimen apuesta por colocar cámaras de seguridad en ciertos lugares para “atender el problema de la seguridad”, pero para algunos vecinos esta iniciativa la ven como insuficiente.
“Se deberían usar detectores de metal y elevar la cuantía de las multas por alteraciones al orden, medidas a las que las autoridades han sido obligadas a tomar, aunque sería más acertado reforzar la presencia policial de forma preventiva en áreas proclives, logrando mejores resultados, captura o auxilio de los implicados e inmediato restablecimiento del orden”, reza el reportaje de CubaNet
Por otra parte, la delincuencia asciende en el sector juvenil, siendo los protagonistas más activos en las agresiones en las que más allá de los puños, recurren al uso de armas blancas y de fuego. Algunos se jactan incluso de su historial delictivo, apoyándose en su “récord” personal de agresiones o delitos.
El 20 de agosto fue apuñalado en Bayamo el joven de 18 años Alexey Rosselló Mojena, recibiendo incluso una puñalada en el rostro. Un familiar del atacante, que solicitó no ser identificado cuenta, afirma que el agresor sigue el libertad y se pasea tranquilamente por Bayamo.
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“Él sí no come miedo (refiriéndose al agresor). Ya ha apuñalado a unos cuantos, tiene dos mujeres marcadas de por vida y le parte pá arriba a cualquierita”
Personas entrevistadas, coinciden en que la disculpa ha perdido el valor reconciliatorio y que la juventud se está comportando muy violentamente y casi siempre son los generadores de riñas.
“Tuve que dejar de ir a Artex (Lugar recreativo bayamés), porque allí los pandilleros de Cajiga (Alias del reparto Roberto Reyes) tienen el control; te roban a la cara, te arrebatan las prendas o los teléfonos y se pasean como si nada, pues nadie les pone freno. Si protestas, ya tú sabes… lo que le sigue es un aguacero de golpes y ni te atrevas a acusarlos o a volver allí”, asegura un joven que se identificó como Alex.
Las calles cubanas se van tornando cada vez más peligrosas, algo ayudado por la inefectividad en la aplicación de la ley y el aumento de la delincuencia mientras la seguridad pública desaparece.
Redacción Cubanos por el Mundo / Con información de CubaNet
